La teosofia un punto de encuentro entre el nazismo y del Marxismo.
Aunque pueda parecer una paradoja el marxismo y el nazismo son dos caras de la misma moneda. La influencia de la teosofia en los inicios de ambas ideologías es bastante sorprendente. Aqui vemos que la influencia de Amalek representa el epítome del mal, la fuerza que busca destruir todo vestigio de Dios en el universo, incluyendo a los transportadores de las enseñanzas de Dios, judios y cristianos.
El propósito mas profundo del Marxismo y del Nazismo es que Dios desaparezca para crear un vació en el que que los valores judeo-cristianos desaparezcan o sean suplantados por ideologías humanistas, ocultistas y esotericas, entonces es cuando Amalec se alimenta del vacío de espiritualidad de los hombres. Amalec se levanta con saña contra Israel, contra el pueblo de Dios en cada generación, es un Amalec espiritual, pues actúa con la misma maldad que sus antecesores, y obtiene su energía de la destrucción espiritual del hombre.
Amalec, como parásito espiritual que es, depende para subsistir de todas las naciones que tienen su influencia no solo de un linaje biológico, pero son eslabones de una empedernida cadena de maldición y maldad que los identifica.
En cada generación y en diferentes formas se manifiesta Amalec el enemigo de Israel, que se atrevió a intentar usurpar el Trono de Dios en formas como, Roma imperial, Inquisición, la Alemania nazi, musulmanes, comunismo y sus aliados, así como todos los antisemitas de corazón de la historia. No todos ellos del mismo linaje biológico aunque no son descendientes directos de Amalec, pero tienen la misma raíz espiritual.
y dijo: Por cuanto la mano de Amalec se levantó contra el trono de Dios, Dios tendrá guerra con Amalec de generación en generación. (Éxodo 17:16)
La historia se repite otra vez como en el jardin del Eden. Marx era cristiano hijo de pastores Luteranos y de origen Judio, pero algo misterioso sucedió en su vida, No se conoce ningún motivo personal. se volvió profunda y apasionadamente anti-religioso. Un nuevo Marx comenzó a emerger. No se sabe con certeza pero se sumergió en el ambiente ocultista , esotérico de la epoca y en un sentido escucho la voz de la serpiente antigua.
En una poesía escribe: “Deseo vengarme de Aquel que gobierna en lo alto”. Así que estaba convencido de que hay Alguien que gobierna. Marx estaba en pleito con Él. Sin embargo, Aquel en lo alto no le había hecho ningún daño. Marx pertenecía a una familia de relativamente buena posición. En su niñez no pasó hambre. Estaba mucho mejor que la mayoría de sus compañeros estudiantes. ¿Qué fue lo que produjo este odio terrible contra Dios?.
Escribió cosas como esta:
Pues un dios ha arrebatado de mí todo
En la maldición y tormento del destino,
Todos sus mundos se han ido irrevocablemente
Solamente me resta la venganza.Construiré mi trono en las alturas,
En una cumbre inmensa y fría.
Por su baluarte – supersticioso espanto.
Por su alguacil – la más negra agonía.Quien lo mire con ojos sanos,
Regresará mudo, con palidez mortal,
En garras de mortandad ciega y fría.
¡Que su felicidad prepare su tumba!
Las palabras “me construiré mi trono en las alturas” y la confesión de quien se sienta en este trono sólo emana espanto y agonía, nos recuerda el orgulloso alarde de Lucifer: “Subiré al Cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono” (Isaías 14:13).
La conexión entre el marxismo y la Teosofía no es accidental. La Teosofía ha difundido en Occidente la doctrina hindú de la inexistencia del alma individual. Lo que hace la Teosofía a través de la persuasión, lo hace el marxismo con el látigo. Despersonaliza a los hombres, cambiándolos en robots sumisos al Estado.
La maldita filosofía Teosófica.

Símbolo de la sociedad Teosofica
La Teosófia es un sistema religioso, filosófico o místico cuyos practicantes creen estar iluminados por un espíritu superior, de forma que pueden tener conocimiento del universo mediante su intuición. Aunque los primeros ejemplos de pensamiento teosófico aparecen en unos tratados metafísicos sánscritos del siglo VIII a. C., la teosofía suele asociarse en Occidente con Helena Petrovna Blavatsky, una ocultista ucraniana que se atribuía habilidades mediúmnicas y mantenía haber recibido su doctrina de maestros religiosos que habían alcanzado un plano de existencia superior. Por supuesto, nada de ello pudo ser comprobado, por lo que fue acusada de fraude. Aquello no impidió que sus enseñanzas, que habían nacido en oposición al racionalismo, se extendieran por los círculos esotéricos del siglo XIX. En 1875, Blavatsky fundó en Nueva York la Sociedad Teosófica, cuya finalidad era reconstruir el conocimiento primigenio que en teoría el hombre había recibido en sus orígenes.
Nazis y Teosófia
Helena Petrovna Blavatskys y sus extravagantes ideas, inspirarán la doctrina Teosófica que tanta influencia tendrá en la élite cultural del NSDAP (Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes). Muchos jerarcas del régimen hitleriano eran teósofos confesos. Esta corriente sería la base e inspiración en el s. XX del movimiento de la “Nueva Era”. Como el Marxismo sus principios se nutren de la misma oscuridad, los propositos, guardando las distancias son los mimos.
“No queremos más a Dios que a Alemania”
(Hitler,”Bayrischer Kurier” de 25/5/23)
Si no fuera por lo dramático del asunto, por la cantidad de vidas que se han cobrado y por lo tremendamente repugnante de esto, se diría que los personajes provocadores de dichas atrocidades, resultan fascinantes al estudio de la psicología humana.
“El movimiento nacional-socialista tiene un solo maestro: el marxismo”(Goebbels, “Kampf um Berlin”, p. 19)
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