Amalek News Himler y la virgen de Montserrat

La Ahnenerbe, sección ocultista de las SS nazis, siguió el rastro en nuestro país del Arca de la Alianza y el Cáliz de Cristo, «armas» que harían invencible al Tercer Reich, esto llevo a la visita del jerarca nazi Heinrich Himmler el 23 de octubre de 1940 a Montserrat.

Así buscó Hitler el Santo Grial en España

Escudo de la Ahnenerbe

Ahnenerbe no fue sólo una organización elitista de «arqueólogos» y «antropólogos» al servicio del ocultismo nazi. También surtió de seres humanos a la experimentación médica del Tercer Reich. En la entrevista que hizo González a Heather Pringle, la investigadora habla sobre las atrocidades médicas patrocinadas por la sección de las SS: «August Hirt y Bruno Beger seleccionaron prisioneros judíos para la “colección de esqueletos”. Hirt también los expuso a gas mostaza». La Ahnenerbe inoculó la vacuna del tifus a personas sanas, y también experimentó con gas fosgeno.

Tras el «Proceso de los doctores» de los juicios de Nuremberg, Wolfram von Sievers, director de la Ahnenerbe, fue el único miembro de la sección ocultista de las SS condenado a muerte y ajusticiado por su participación en el suministro de seres humanos a los experimentos médicos que se realizaron en los campos de concentración del Tercer Reich. Los intentos de los nazis por descubrir la esencia aria viajando por todo el mundo y experimentando con seres humanos no dieron fruto alguno. Tampoco pudieron determinar qué era la «raza judía». Pringle afirma que «los investigadores alemanes fueron incapaces de definir científicamente a la raza judía, que no era más que un constructo ficticio. Un estudio revelaba que el 11 por ciento de los niños judíos eran rubios y de ojos azules».

Himler en Monserrat

El acontecimiento lo conocemos por la descripción del joven monje benedictino Andreu Ripol (o Ripoll), que fue quien atendió a la comitiva nazi por saber alemán… y para evitar que el abad Marcet y otros monjes se trataran con ellos. Quedó descrito con detalle en el reportaje Los vimos pasar, de Juan Sariol y Jaime Arias, publicado en 1948, ya después de la derrota de Hitler. También se recogió en la novela de Montserrat Rico de 2012 La abadía profanada. De hecho, la novelista habló con el monje Ripoll en el año 2000, poco antes de morir el clérigo.

Era el mismo día que Hitler y Franco se encontraban en la estación de tren de Hendaya. Hitler quería el apoyo de Franco para la guerra mundial. Y Himmler, en Monserrat, buscaba, al parecer, el Santo Grial, relacionando Montserrat con el mítico Montsalvat de las leyendas del caballero Parsifal (según el poema del siglo XIII de Wolfran von Eschenbach o la ópera de Wagner de 1882).

Himmler saluda a su anfitrión, el monje Andreu Ripol en 1940

 

Himmler llegó al monasterio acompañado de dos docenas de oficiales  y del general Karl Wolff, experto en esoterismo y ciencias ocultas.

Himmler habló con el monje Ripol, preguntándole por el Grial o el Santo Cáliz, o la relación del monasterio con Perceval o Parsifal. Ripol le respondió que no había nada de eso en el monasterio.

 

Himmler se dedicó a comentar que Jesucristo no era judío, sino ario, y a tratar de justificarlo con fantasiosas genealogías. Himmler aseguraba al monje que según sus estudios arios los judíos eran descendientes de Esaú -el hermano “malo”- mientras que los descendientes del otro hermano, Jacob, eran arios. 

El objetivo era buscar todos estos objetos de poder.

Para acabar la visita, el monje le explicó que la gran reliquia del monasterio era la imagen de la Virgen de Montserrat, una talla románica del siglo XII, venerada durante 8 siglos. Le explicó que era tradición subir al camarín de la Virgen a besarla. Himmler se negó a hacerlo y comentó que ellos (los nazis) acabarían con “esas supersticiones”.

La Virgen de Montserrat, la “Moreneta” (llamada así por el color negro de la talla) y le anima a besarla, pero el Himmler de la película se muestra racista y se niega a besar a “una negra”. Los expertos consideran hoy que el color negro se debe a un oscurecimiento del barniz de la talla medieval, aunque los poemas en honor a la Virgen suelen remitirse al Cantar de los Cantares, cuya dama -símbolo del alma, o de la Iglesia, enamorada de Dios- proclama: “Soy negra, pero hermosa”.

La imagen de la Virgen de Montserrat que Himmler no quiso besar

Himmler no encontró nada útil en Montserrat, sintió y comunicó que no se le había tratado bien y de hecho Franco hizo llegar una queja al monasterio. Además, en el Hotel Ritz de Barcelona perdió -o lerobaron- su maletín negro.

La espiritualidad nazi: materialismo y fuerza

Himmler encarnó la espiritualidad neopagana del régimen nazi, y fue el nazi que más poder concentró después de Hitler. Ha sido analizado con detalle en una monumental biografía moderna escrita por el historiador Peter Longerich, que analiza su correspondencia. Himmler consideraba al cristianismo como «la peste más grande que se ha generado en la historia». Su madre había sido católica y devota, pero él se había volcado en lecturas esotéricas y en el odio racial.

Despreciaba expresamente la noción misma de pecado, de amor y la debilidad del Cristo crucificado. En 1928 se convirtió en jefe de las SS, las fuerzas de choque nazi. Llegó a tener bajo su mando los campos de concentración y de exterminio del régimen. Fue, por lo tanto, el responsable más directo del Holocausto.

En 1937 explicaba a las juventudes hitlerianas la diferencia entre el crucifijo, «esa imagen sosa del fracaso» y «nuestros dioses, guerreros armados, que representan las verdaderas características de nuestra raza, la confianza y voluntad de obtener y ganar».

El crucifijo expresaba «humildad y autonegación, cualidades decadentes que nosotros, conscientes de nuestra vocación heroica, debemos repudiar. La corrupción en nuestra sangre causada por la intrusión de esta filosofía extranjera debe acabar».

En junio de 1942, dos años después de despreciar a la Moreneta y su Niño, durante el funeral de su lugarteniente, Reinhard Heydrich, víctima de un atentado, criticó «este cristianismo, la mayor de las plagas que podría habernos afligido, que nos ha debilitado en cada conflicto».

Así recogía El Noticiero Universal la visita de Himmler a Barcelona en 1940

Expresó su creencia en un «dios», llamado por el nombre germánico Wralda, que es «una creencia en el destino». «La esencia de estos megalomaníacos, los cristianos, que hablan de hombres que gobiernan el mundo, debe acabar», insistía, porque «el hombre no es nada especial, sólo es una parte insignificante de esta tierra». La nueva moral que proponía sólo tenía una base materialista, «la escala del macrocosmos y el microcosmos, el cielo estrellado sobre nosotros y el mundo que vemos en el microscopio».

En 2006 la historiadora canadiense Heather Pringle, en su libro «El Plan Maestro», analizó el papel de los «eruditos» de Himmler, su oficina de la Ahnenerbe. Buscaron las raíces arias en Islandia, Bolivia, Canarias, y en la famosa expedición al Tíbet de Ernst Schäfer en 1938.

Como expertos en «ciencia racial», Himmler los puso a coleccionar craneos judíos y a ejecutar experimentos con presos para investigar sistemas de esterilización, la resistencia al frío extremo y la efectividad de gases venenosos. El 23 de mayo de 1945, siendo prisionero de los británicos -había intentado escaparse disfrazado, sin éxito- Himmler se suicidó con una cápsula de cianuro. 

El propósito de Himler era descristianizar la sociedad

¿De qué modo los cristianos y sus iglesias en Alemania reaccionaron al régimen nazi y a sus leyes, especialmente a la persecución de judíos? La ideología nazi que discriminaba a la raza judía convergió con el antisemitismo que estaba generalizado en toda Europa en ese momento y estaba profundamente arraigado en la historia cristiana. Para demasiados cristianos, las interpretaciones tradicionales de las escrituras religiosas parecían respaldar estos prejuicios.

Las actitudes y acciones de católicos y protestantes alemanes durante la era nazi estaban moldeadas no solo por sus creencias religiosas sino también por otros factores, a saber:

•Repercusión negativa contra la República de Weimar y los cambios políticos, económicos y sociales que ocurrieron en Alemania durante la década de 1920;
•Anticomunismo;
•Nacionalismo;
•Resentimiento hacia la comunidad internacional después de la Primera Guerra Mundial, que Alemania perdió y por la cual fue forzada a pagar cuantiosas compensaciones.

Estos fueron algunos de los motivos por los cuales la mayoría de los cristianos de Alemania acogieron el surgimiento del nazismo en 1933. También fueron persuadidos por la declaración sobre “cristianismo positivo” mencionada en el Artículo 24 de la Plataforma del Partido Nazi de 1920, en la que se leía:

Exigimos la libertad de todos los credos religiosos en el estado, en tanto que no pongan en peligro la existencia del estado ni entren en conflicto con la cultura y las creencias morales de la raza germánica. El Partido como tal se atiene al punto de vista de un cristianismo positivo sin atarse confesionalmente a ningún credo en particular. Combate el espíritu materialista judío a nivel nacional e internacional y está convencido de que la recuperación permanente de nuestro pueblo solo podrá lograrse desde las bases del bien común antepuesto al bien individual”.

Pero mas tarde y en contraposición a lo que pensaba Hitler la idea Himler era eliminar todo credo y denominación cristiana, y por supuesto Judia, sustituida por un misticismo mitológico de dioses Nórdicos y en raíces esotéricas, por eso buscaban objetos de poder como el Santo Grial, el Arca de la Alianza y otros.

«Himmler quería librar a la Alemania nazi del cristianismo. Para conseguirlo cultivó de forma muy especial una gran amistad con Karl-Maria Wiligut, un excoronel del Ejército Imperial de Austria y antiguo paciente psiquiátrico que a sus 67 años afirmaba ser descendiente del dios nórdico Thor y poseer conocimientos secretos de las antiguas tribus germánicas».

Solo personas cristianas a titulo personal se volvieron en contra del régimen Nazi y fueron encandelados o perseguidos por ello, pero en general apenas no se hizo nada, tanto los cristianos Alemanes Católicos como los  protestantes.

Fuentes enciclopedia del Holcausto

Fundación Carifilli

 

 

 



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