Rut la némesis de Orfa

 
Fuente: Aishlatino

El Libro de Rut comienza con el relato sobre la hambruna que hubo en Tierra Santa. Elimelej de Beitlejem deja el país para dirigirse a Moab, llevando con él a su esposa Naomi y a sus dos hijos.

Elimelej muere en Moab y su esposa y sus hijos se quedan allí.

A continuación sus hijos se casan con mujeres no judías: con las princesas moabitas Rut y Orfa. Los hijos también mueren y finalmente Naomi decide regresar a Israel, viuda, sin hijos y empobrecida.

Las nueras de Naomi, Rut y Orfa, la acompañan a lo largo del camino. Como se ve con claridad en el Talmud (Yevamot 47b), no lo hicieron como una mera cortesía, sino que ellas también querían entrar y residir en la tierra de Israel. A lo largo de sus años de matrimonio se apegaron al judaísmo. Querían convertirse por completo en judías, observar la fe y vivir en la tierra. Naomi intentó disuadirlas en tres ocasiones (versículos 1:8, 1:11 y 1:12; el Talmud deriva de aquí la cantidad de veces que debe ser disuadido un potencial converso). En dos ocasiones ellas se mantuvieron firmes; en la tercera, Orfa se debilitó y decidió regresar. Rut, sin embargo, se mantuvo fuerte. Continuó acompañando a su suegra rumbo hacia la Tierra Santa.

Naturalmente, el Libro de Rut continúa relatando la historia de Naomi y Rut: cómo regresaron empobrecidas a Beitlejem, cómo Rut atrajo la atención del ilustre pariente de Naomi, Boaz, y cómo ella le señaló de manera poco convencional que se casaran y preservaran el linaje de Elimelej.

Orfa, por otro lado, desaparece de la historia y es olvidada. Luego de una breve aparición, sale del escenario y presumiblemente ya no vuelve a desempeñar ningún papel en ella. Había sido una de tantos “casi” a lo largo de la historia: gente que luchó por alcanzar la grandeza y la inmortalidad, pero que no resistieron y, en lugar de eso, se desvanecieron en el anonimato.

Cuentan una fascinante secuela de la historia de Orfa: sus descendientes desempeñarían un importante papel en la historia judía… pero al otro lado de la calle.

Uno pensaría que Orfa no era un personaje tan malo. Era una seria candidata para la conversión, y se tomaba con seriedad la religión y la espiritualidad. Simplemente no alcanzó a llegar a una conversión total.

Pero el Talmud nos cuenta otra cosa. Tan pronto como Orfa se apartó de la compañía de Naomi y Rut, se fue al extremo opuesto. Naomi se refiere a ella como que “retornó a su gente y a sus dioses” (1:15). El Talmud (Sotá 42b) explica lo que ocurrió a continuación. Luego de dejar a Naomi, Orfa corrió hacia un batallón de 100 soldados y se sometió voluntariamente a todos ellos. De alguno de ellos quedó embarazada y dio a luz al gigante Goliat, con quien se enfrentaría posteriormente el joven David.

¿Cómo es posible que una mujer con tanto potencial para alcanzar la grandeza haya llegado a un extremo tan desenfrenado?

Hay un poderoso mensaje en esto. Orfa tenía el potencial para alcanzar la grandeza. Casi se desprendió de su pasado y de su tierra natal para unirse a una nueva religión. Estaba dispuesta a entregarse por completo por sus creencias, por seguir a Naomi a cualquier costo. Claramente tenía las semillas de grandeza en su interior.

Pero no lo hizo. Se echó atrás. Y tomo ese mismo fervor y autosacrificio, y lo llevó al extremo opuesto.

Lo que le ocurrió a Orfa es lo mismo que le ha ocurrido a muchas personas a lo largo de la historia. Si una persona tiene el potencial para alcanzar la grandeza (como todos nosotros) y no lo aprovecha, entonces puede tomar esa misma energía y utilizarla para el mal. Orfa casi alcanzó la grandeza. Pero no pudo aguantar. Y, frustrada con la religión, tomó los mismos poderosos impulsos de lograr cosas y los dirigió hacia el plano físico. En lugar de transformarse en un gigante espiritual, se transformó en la madre de gigantes físicos. El libro de Shmuel II 21 describe cómo eventualmente dio a luz a cuatro gigantes, todos los cuales fueron posteriormente asesinados por el Rey David y sus hombres.

La némesis de Orfa era Rut, quien sí aguantó y quién sí transformó su potencial en una vida de grandeza. Rut se transformó en madre dentro del pueblo de Israel, bisabuela del gigante espiritual David. Y Goliat cayó ante David en batalla, en lo que era en esencia una batalla entre dos formas de ver el mundo, una batalla entre lo físico y lo espiritual. Como dice el Talmud (Sotá 42b): “El Santo, bendito sea, dijo: ‘Que los hijos de la besada (de Orfa, a quien Naomi besó como despedida) caigan en manos de los hijos de quien se aferró”.

La historia de Rut y Orfa es por lo tanto una historia sobre el tremendo potencial de la humanidad, y de lo mucho que está en juego dependiendo de cómo se utilice dicho potencial.

Tan pronto como Orfa se apartó dñía de Naomi y Rut, se fue al extremo opuesto.to más aquí.

 

El Libro de Rut nos enseña sobre el gran potencial del ser humano y sobre los catastróficos resultados de utilizarlo de manera incorrecta.

 

MAS SOBRE RUT

Ruth era una Moabita, que había casado con la familia hebrea de Elimelech y Noemi, quien conozca cuándo dejaron a Bethlehem y se reubicaron en Moab debido a una hambruna. Elimelech y sus dos hijos murieron, dejando viudas a Naomi y sus dos nueras. Cuándo Naomi decidió regresar a Bethlehem, Ruth decidió ir con ella, a pesar del que Orpah, la otra nuera de Naomi, volvió en casa. Ruth juró seguir a Naomi de ti.(Ruth 1:16–17, ESV)

 

En la imagen Ruth en los campos de Boaz por Julius Schnorr von CarolsfeldRuth fue a los campos, donde conoce a Boaz.

 
 CUENTA LA GENEALOGIA

La genealogía en el capítulo final del libro explica cómo Ruth devenía la bisabuela de David: Boaz tuvo a Obed, Obed tuvo a Jesse y Jesse tuvo a David (Ruth 4:17). En la narrativa cristiana, es así también el antepasado de José (marido de María y -ser padre legal de Jesús), y es una de las cinco mujeres mencionó en la genealogía de Mateo;1

Segun cuenta la tradicíon oral, luego de dejar a Naomi, Orfa corrió hacia un batallón de 100 soldados y se sometió voluntariamente a todos ellos. De alguno de ellos quedó embarazada y dio a luz al gigante Goliat, con quien se enfrentaría posteriormente el joven David.

 

Orfa en lugar de transformarse en un gigante espiritual, se transformó en la madre de gigantes físicos.

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Categorías:BSI: Investigación Bíblica, estudios, Misterios

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