En la Colina de Ares 1ª parte

El Areópago o «Colina de Ares», es un monte situado al oeste de la Acrópolis de Atenas, sede del Consejo que allí se reunió desde el 480 a. C. hasta el 425 d. C. Geológicamente, la colina del Areópago es un enorme monolito de mármol gris azulado, veteado de rojo. Mide 115 m de altura y domina el Ágora de Atenas. En la cima y en las laderas se observan cortes en la roca, formando plataformas, que son los únicos restos de antiguos edificios. Según la leyenda, se llamaba así porque Ares había sido juzgado por los dioses y exonerado de ser ajusticiado por dar muerte a Halirrotio, hijo de Poseidón, que había violado a una hija de Ares: Alcipe. Por otra parte, y también según la leyenda, allí fue juzgado Orestes por el asesinato de su madre Clitemnestra.

Empezamos en Hechos 17:

18 Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección.

¿Quiénes eran esto epicúreos y estoicos?

Cuando el apóstol Pablo visitó Atenas, llevó el mensaje de Cristo al mercado, donde se podía encontrar una amplia variedad de personas. Entre las personas con las que habló estaban los filósofos epicúreos y estoicos. Leemos de su encuentro con ellos en Hechos 17. El estoicismo y el epicureísmo eran filosofías que fueron desarrolladas para liberar a las personas de las preocupaciones de la vida actual.

El panteismo

El panteísmo es una creencia o concepción del mundo y una doctrina filosófica según la cual el universo, la naturaleza y Dios son equivalentes. La ley natural, la existencia y el universo (la suma de todo lo que fue, es y será) se representa por medio del concepto teológico de «Dios». La palabra está compuesta del término griego πᾶν (pan), ‘todo’, y θεός (theos), ‘Dios’; así se forma una frase que afirma: «todo es Dios y Dios está en todo».

El panteísmo es la creencia de que el universo (con todas sus extensiones celestes y criaturas) y Dios son lo mismo, o sea, son uno. Es decir, Dios no es un ente en particular ni una simple energía; sino que cada criatura es un aspecto o una manifestación de Dios, que es concebido como el ser divino que desempeña a la vez los innumerables papeles de humanos, animales, plantas, estrellas y fuerzas de la naturaleza. Algunos pensadores han considerado panteísta el trasfondo de los politeísmos. La visión panteísta, si es admitida, aporta un nexo entre diferentes religiones, en especial las no creacionistas.

El estoicismo era materialista y panteísta. Es decir, los estoicos creían que todo estaba compuesto por materia. La forma más elevada de la materia era de naturaleza divina, y permeaba el universo. La llamaban de diferentes formas: fuego, Zeus, o aun Dios. Creían que este “fuego” divino, o Dios, generó el universo y un día tomaría de nuevo el universo para sí mediante un gran incendio. Este ciclo de creación e incendio se repite eternamente.

El determinismo

El determinismo es una doctrina filosófica que sostiene que todo acontecimiento físico, incluyendo el pensamiento y acciones humanas, está causalmente determinado por la irrompible cadena causa-consecuencia, y por tanto, el estado actual “determina” en algún sentido el futuro.

El estoicismo era, entonces, determinista. Las cosas son como son y no pueden ser cambiadas. Para encontrar la verdadera felicidad, ellos creían que uno debía entender el curso de la naturaleza mediante la razón, y simplemente aceptar las cosas tal como eran. En contraste con los estoicos, Pablo enseñaba que Dios es personal y no una parte del universo. También enseñaba que habría un juicio venidero, y no un incendio gigantesco que llevaría a otro ciclo.

Los epicúreos se centraban en la felicidad del individuo, también, pero tomaban una dirección completamente distinta a los estoicos. Ellos creían que el camino a la felicidad era a través de la maximización del placer y la minimización del dolor. La tranquilidad se buscaba a través de una vida tranquila y contemplativa, entre una comunidad de amigos.

Los epicúreos eran también materialistas, pero no eran panteístas. Ellos creían que el universo fue formado a partir de átomos que caían del espacio y que de vez en cuando chocaban entre sí accidentalmente, y con el tiempo formaron las estrellas, los planetas y nosotros. Cuando morimos, simplemente nos disolvemos convirtiéndonos en átomos nuevamente. Los epicúreos creían en dioses, pero pensaban que eran como los hombres, sólo que eran de un orden superior. Los dioses residían en alguna parte del espacio, disfrutando una vida de placer tranquilo como la de los epicúreos. No tenían nada que ver con los hombres. Aparte de la participación en sacrificios y rituales religiosos para propósitos estéticos, los epicúreos creían que los humanos no tenían que preocuparse por los dioses.

El materialismo

El materialismo es la idea que postula que la materia es lo primario y que la conciencia existe como consecuencia de ésta, a partir de un estado altamente organizado que produce un cambio cualitativo. Asimismo, acerca de la relación del pensamiento humano y el mundo que lo rodea y la cognoscibilidad de ese mundo, el materialismo afirma que el mundo es material y que existe objetivamente, independientemente de la conciencia. Según esta concepción, la conciencia y el pensamiento se desarrollan a partir de un nivel superior de organización de la materia, en un proceso de reflejo de la realidad objetiva.

Todas estas tendencias han dado pie al pensamiento occidental de hoy en día, dando pie al materialismo, determinismo y otras corrientes  que están basadas firmemente en las dimensiones finitas y físicas; donde el instrumento de medición de la realidad es el laboratorio, y todo aquello que no es tangible o mensurable por medio de experimentos no es tomado en serio. El universo entero de lo espiritual es relegado al área de la experiencia y la creencia personal. La mente materialista occidental clásica no se mide con lo trascendente. En el centro de esta forma de aprehender el mundo se halla el hecho de la existencia física. En el mejor de los casos, la sabiduría espiritual es concebida como un comentario.

Contra los epicúreos, Pablo enseñaba que Dios se involucra en los asuntos de su creación y nos creó específicamente para buscarlo a Él. Por supuesto, la doctrina de Pablo sobre un juicio futuro no encajaba con su pensamiento tampoco. Cuando Pablo evangelizaba el mundo griego, a veces usaba su terminología y conceptos; hasta citaba a sus poetas. Pero él predicaba un mensaje muy diferente. Tal vez nosotros también podemos encontrar un terreno común con nuestra cultura sabiendo lo que cree la gente y presentando el evangelio en formas que puedan entender. Sin modificar el mensaje mismo, debemos expresarlo de forma tal que pueda ser comprendido. Si no lo hacemos, nos costará mucho lograr que la gente escuche.

19 Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas?20 Pues traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir esto.

La curiosidad por las cosas extrañas y los intentos de buscar una experiencia religiosa a través de ceremonias o rituales prohibidos por Dios, o los rituales inventados como reflejo de prácticas culturales ajenas a las Escrituras  son expresiones del ietzer hará (tendencia al mal) que deben ser eliminadas antes de que la Presencia Divina pueda residir en el Tabernáculo. La condición necesaria para que el tabernáculo sirviera como lugar de residencia de Dios era que debía ser construido precisamente “como Dios le ordenó a Moisés”. Todo esto no es nuevo hoy proliferan cientos de movimientos ajenos a la voluntad de Dios y su palabra.

24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,25 ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas.

La Creación prosigue, el universo está constantemente siendo traído a la existencia por el Creador a cada instante, lo mismo que lo fue en el primer instante. La palabra de Dios está siendo pronunciada continuamente, y continuamente se está condensando en la materia y los eventos del mundo. Y puesto que la Torá es la palabra de Dios, la Torá es siempre el medio de la Creación. No es una historia ni una descripción, sino un mecanismo cósmico que hace existir a la realidad: los genes del mundo. No estamos hablando de panteísmo, no hay que adorar las criaturas ni lo creado hay que adorar al Creador que hizo el mundo y todas las cosas.

(continuara)

 

 



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