Lutero, entre luces y sombras 1ª parte

A Lutero le debemos agradecer la religión que conocemos hoy en día. Gracias a el comenzó el movimiento reformista que ha terminado en un sin fin de denominaciones paralelas de tanta influencia en un gran numero de creyentes en América y Europa; promovió una serie de respuestas por parte de la Iglesia Católica del siglo XIV cuya influencia ha perdurado hasta nuestros días. Su traducción de la Biblia se convirtió en la piedra fundamental del idioma alemán.

Lutero manifestó al inicio de su carrera como reformador una compasión hacia los judíos que no era habitual en la Alemania católica de la época. No deja de ser significativo que en uno de sus escritos de esa época llegue incluso a indicar que hasta cierto punto la falta de conversión de los judíos al cristianismo arranca, fundamentalmente, del maltrato que ha recibido de la iglesia católica. Durante los años siguientes, los judíos dejaron de tener interés para Lutero envuelto en una controversia teológica en la que se jugaba personalmente la vida y Europa, su futuro.

En Martín Lutero entre otras muchas cosas es responsable de haber ayudado a superar un periodo de tanto atraso y oscuridad como lo fueron los diez siglos de la edad media, algo sumamente meritorio. Pero Lutero cometió graves errores de los cuales se alimentaron muchos grandes dictadores del siglo XX para justificar sus acciones; además Lutero siempre fue un individuo que nunca ocultó su desprecio por el razonamiento y la investigación empírica. Veamos las razones por las que Lutero comete una serie de graves errores. El hacia esta afirmación:

Martín Lutero sostuvo que la razón humana era la prostituta del diablo. Esa afirmación manifiesta su profundo pesimismo antropológico. Una de sus frases más famosas es:  “La razón es la mayor enemiga de la fe. Quienquiera que desee ser cristiano debe arrancarle los ojos a su razón.”

Durante la guerra de los campesinos de 1524, Lutero apoyó a las autoridades feudales para que mataran indiscriminadamente a los campesinos hambrientos y desobedientes. En su predicación decía:

“Contra los asesinos y ladrones campesinos, en esto mojo mi pluma en sangre”. [LM180], y “llamo a los príncipes a matar a los ofensivos campesinos como perros rabiosos, a apuñalarlos, a estrangularlos y destruirlos como mejor puedan y así recibirán los príncipes la promesa del cielo.” [SL44]

“Lo que entonces escribí lo vuelvo a escribir ahora: que nadie tenga misericordia de los campesinos contumaces, obstinados y obcecados, que no se dejan decir nada; el que pueda, y como pueda, que les pegue, los hiera, los degüelle, los muela a palos como a perros rabiosos, […] con el fin de conservar la paz y la seguridad. […] El burro pide palos y el pueblo quiere que se le gobierne con fuerza; esto lo sabía muy bien Dios y, por eso, puso en manos de la autoridad no la cola de zorro, sino una espada”. Martin Lutero. Carta contra los campesinos. 1525

Sus consejos fueron literalmente seguidos. Las peleas se transformaron más en masacres que en batallas y los pobres campesinos fueron asesinados como animales en el campo.
Lutero se casará con la monja Katherina von Bora con quien tendrá varios hijos. No obstante tendrá una opinión muy peyorativa respecto a las mujeres. En una predicación sobre las embarazadas decía:

“Dejen nos tener su hijo y hagan lo que puedan; si mueren: benditas sean porque seguramente morirán en la noble labor y de acuerdo a la voluntad de Dios… Han visto que débiles y enfermizas son las mujeres infértiles; aquellas bendecidas con muchos hijos son mas sanas, mas limpias y más felices. Pero si eventualmente se desgastan por tener hijos y se cansan y se mueren, eso no importa. Dejen que mueran pariendo, para eso están aquí.” (Martín Lutero, Sobre la Vida Matrimonial, 1522)

Casi al final de su vida escribió un tratado titulado “Los judíos y sus mentiras” (1543). El texto, efectivamente, denota un deplorable anti-semitismo, pero  que constituye una de las obras más profundamente católicas de Lutero. La razón es obvia: hasta Lutero habían llegado noticias de cómo los judíos difundían la noticia de que Jesús era el hijo de una prostituta: “Así lo llaman (a Jesús) el hijo de una prostituta y a su madre, María, una prostituta, que lo tuvo en adulterio con un artesano. Ahora bien, saben que hablan tales mentiras por puro odio y voluntariamente, únicamente para envenenar  a los judíos contra la persona de Jesús, para evitar que acepten sus enseñanzas.

Es verdad que  se menciona esta execrable referencia sobre Jesús de Nazaret en el Talmud , pero la mayoría de los detalles escritos son mínimos y obscuros. Además, los pocos datos de las fuentes judías sobre Jesús son contradictorios, errados cronológicamente y por supuesto, hostiles hacia Jesús y su movimiento. Por otro lado, sin embargo, son una confirmación indirecta de su existencia histórica.

Lutero decía que debían quemarse todas las sinagogas judías, destruir sus libros de oración, prohibir predicar a los rabinos, “aplastar y destruir” sus casas, incautarse de su propiedades, confiscar su dinero y obligar a esos “gusanos venenosos” a realizar trabajos forzados o expulsarlos “para siempre”.

“Primero, sus sinagogas o iglesias deben quemarse… En segundo, sus casas deben asimismo ser derribadas y destruidas… En tercer lugar, deben ser privados de sus libros de oraciones y Talmudes en los que enseñan tanta idolatría, mentiras, maldiciones y blasfemias. En cuarto lugar, sus rabinos deben tener prohibido, bajo pena de muerte, enseñar jamás… La furia de Dios contra ellos es tan grande que están cada vez peor… Para resumirlo, estimados príncipes y nobles que tenéis judíos entre vuestras posesiones, si mi consejo no os es suficiente, buscad otro mejor para que vosotros, y todos nosotros seamos libres de esta insoportable carga diabólica”. Lutero. Sobre los judíos y sus mentiras.

En opinión del historiador Dr. Robert Michael, parece ser que Lutero aprobaba el asesinato de judíos.

Yo les arrancaría la lengua de la garganta. Los judíos, en una palabra, no deben ser tolerados”. Lutero. Sobre los judíos y sus mentiras.

También les acusa de dedicarse al hurto y a la usura.

“Si no fueran tan ciegos, su despreciable vida externa los convencería de la verdadera naturaleza de su penitencia. Ya que abunda en brujería, signos de magia, figuras y el tetragrama del nombre, eso es, con idolatría, envidia y vanidad. Además, no son más que ladrones y asaltantes que diariamente no prueban bocado y visten ropa que nos han robado y hurtado por medio de su maldita usura. De este modo viven día a día, junto con esposa e hijo, de robo y hurto, como archiladrones y asaltantes, en total impenitente seguridad. Para un usurero es un archiladrón y asaltante que debería ser colgado en la horca siete veces más alto que otros ladrones. En efecto, Dios debería profesar desde el cielo sobre tal hermosa penitencia y mérito a través de su santo ángel y volverse flagrante, mentiroso blasfemo por el bien de la sangre noble y los santos circuncisos que se jactan de ser santificados por los mandamientos de Dios, a pesar de que los pisotean a todos y no conservan ni a uno de ellos”. Lutero. Sobre los judíos y sus mentiras.

El reconocido historiador y escritor Cesar Vidal dice:

 Si Lutero  fue culpable de algo especialmente en este escrito fue de no seguir las líneas marcadas por la Reforma sino de continuar una multisecular tradición católica

En el siguiente capitulo veremos como  los escritos de Martín Lutero sobre los judíos  tuvieron su influencia en el antisemitismo moderno.



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