La Torá es para toda la humanidad.
La idea judía es que la Torá de Moisés es una verdad para toda la humanidad, ya sea judíos o no. La Torá (como lo explica el Talmud – Sanedrín 58b) presenta siete mitzvot que los no-judíos deben cumplir. Estas siete leyes son los pilares de la civilización humana, y son llamadas las “Siete Leyes de Noaj”, ya que todos los seres humanos son descendientes de Noaj. Ellas son:

- No matar.
- No robar.
- No idolatrar falsos dioses.
- No ser sexualmente inmoral.
- No comer un miembro arrancado de un animal vivo.
- No maldecir a Dios.
- Establecer cortes y llevar a los infractores ante la justicia.
Maimónides explica que cualquier ser humano que observa atentamente estas leyes gana un apropiado lugar en el cielo. Así que como ven, la Torá es para toda la humanidad, sin necesidad de conversión.
Así mismo, cuando el Rey Salomón construyó el Templo Sagrado en Jerusalem, le pidió específicamente a Dios que considerara los rezos de los no-judíos que iban al Templo (I Reyes 8:41-43). El Templo era el centro universal de la espiritualidad, el profeta Isaías se refirió a él como una “casa para todas las naciones”. El servicio en el Templo Sagrado durante la semana de Sucot ofrecía un total de 70 ofrendas de Toros, correspondientes a cada una de las 70 naciones del Mundo. De hecho, el Talmud dice que si los romanos (quienes destruyeron el Templo) hubieran entendido cuanto beneficio recibían del Templo, ¡ellos nunca lo hubieran destruido!
Hoy en día, hay muchos grupos activos de no-judíos llamados “Bnei Noaj” quienes cumplen atentamente las Siete Leyes de Noaj.
Es curioso que esto ya esta reflejado en el libro de hechos:
Por tanto, yo opino que no molestemos a los que de entre los gentiles se convierten a Dios, sino que les escribamos que se abstengan de cosas contaminadas por los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de sangre. (Hechos 15:19)
En el Monte Sinaí, Dios enseñó lo fundamental de la Ley de la Tora por medio de Moisés y esto es llamado la “Torá Oral”; donde fueron incluidos también los detalles de los Mandamientos Regidos por Noé que Dios ordeno para los gentiles o “no judíos”. Estos detalles, tal y como Dios se lo especificó a Moisés, son el verdadero fundamento del Código Universal de Noé en la Tora. Una persona justa merece recibir un lugar eterno en el Mundo Venidero, en la Era del Mesías, a través de la observancia de estos mandamientos. Esta es la parte para los “no judíos” en la Tora de Moisés, que es llamado por Dios “El Árbol de la Vida” (Proverbios 3:18).
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