El mandamiento de contar el omer es uno de los preceptos más curiosos de la Torá. Se nos pide contar los 49 días entre Pesaj y Shavuot a pesar de que, por supuesto, el número de días nunca cambia. Es por eso que en el cumplimiento de este mandamiento, que requiere un esfuerzo continuo, el proceso es en sí mismo valioso.
La palabra para “número” en hebreo es “mispar” y su raíz está muy relacionada con la palabra “sipur” – que significa “cuento”. ¿Cuál es la relación entre estas dos palabras?
Contrariamente a una antología casual de eventos, una serie de eventos se convierte en un cuento o una historia cuando hay un comienzo en el cual los personajes son presentados, una trama en la cual toma lugar la situación, y un desenlace en el cual aparece el final de la historia.
Nuestras vidas corren tan rápido que frecuentemente perdemos conciencia del enorme poder de nuestras propias historias. La metamorfosis de hoy hacia mañana es lo suficientemente sutil como para que perdamos la conciencia sobre los comienzos y los finales de nuestras vidas.
El mandamiento de contar el omer nos enseña a prestar atención a las cosas, y reabre nuestros corazones para escuchar historias.
¿Y qué historia es contada?
Hay dos historias que están entrelazadas. La primera es la historia de la transformación de un pueblo que en Pascua se liberó físicamente, a un pueblo que en Shavuot (Pentecostes) se liberó espiritualmente.
El día de la salida de Egipto, la esclavitud del mundo, fue un día en el cual nosotros rechazamos la definición materialista de lo que nuestras vidas pueden ser. Nosotros nos liberamos para ser lo que queríamos ser. Pero aún no conocíamos nuestra propia historia. Fue sólo cuando recibimos al Mesías, encontramos los canales que podían darle expresión a nuestras almas. Fue entonces así que aprendimos el proceso de encontrarnos con los desafíos que son genuinos y duraderos. Nuestra historia comenzó a evolucionar.
Las siete semanas entre Pesaj y Shavuot tienen el potencial espiritual para darnos la habilidad de hacer que nuestras historias se desarrollen. Nosotros podemos hacer que cada día cuente, y lograr ser más espirituales de lo que jamás hubiésemos imaginado.
Un pasaje a Sinaí
Quizás la cuenta hacia el número 50 encuentra su expresión histórica más conocida en el Éxodo 50.
El evento crucial que conmemora el nacimiento de los hijos de Israel como nación fue el Éxodo de Egipto. Su importancia central se debe a que este evento celebra el nuevo estado de existencia del pueblo hebreo.
La salvación no fue solamente de la esclavitud física, sino también de la visión de mundo egipcia. El Éxodo nos libera de una visión restringida por el ámbito natural . La redención catapultó a Israel a un estado alternativo de realidad. Ellos intercambiaron la limitación por la libertad, lo natural por lo sobrenatural y lo ordinario por lo extraordinario. Fue el evento trascendental que definió a Israel: el pueblo elegido de Dios. Su calidad trascendental se volvió evidente luego de su liberación vanguardista.
El evento histórico del Éxodo es mencionado en la Torá un total de 50 veces . Y el proceso de redención que comenzó en el primer día de Pesaj llegó a su completitud 50 días después en el monte Sinaí. De hecho, Dios liberó a los hijos de Israel para que ellos aceptaran la Torá. La instrucción Divina que Dios le dio a Moises en la zarza ardiente fue guiar a Israel fuera de Egipto y llevar a la nación a servir a Dios en esa montaña.
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