En martes y trece te puedes embarcar y casar no hay problema

Conduciendo , un martes y trece, mi coche estaba escuchando la radio y por la emisora hablaban del significado maligno de mal augurio del número trece, pensé en la teoría de  Richard Dawkins  sobre los  memes, sobre su difusión cultural, la unidad teórica de información cultural​ transmisible de un individuo a otro, o de una mente a otra, o de una generación a la siguiente creando patrones de conducta e imitación.  El trece tiene un significado diferente dependiendo de las diferentes culturas y tradiciones. A veces popularmente se producen distorsiones que nada tienen que ver con la realidad.

La teoría del ‘meme’ (una especie de mezcla de las palabras “gen” y “memoria”) intenta explicar cómo una idea, concepto o información pasa de una persona a otra, de un grupo social a otro e incluso de generación en generación.

Temor irracional al trece

En psicología el temor irracional al número trece se denomina Triscaidecafobia y se afirma que personajes históricos como Napoleón, el millonario J. Paul Getty y el presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt le tenían miedo a este número. Por ejemplo, Roosevelt nunca asistía a cenas con 13 invitados ni viajaba el día 13. Siendo consecuente con su Triscaidecafobia, Roosevelt realizó su viaje final el 12 de abril de 1945.

La realidad

Resulta  sorprendente que un número, una cifra que Occidente considera negativa, sea tan positiva para los judíos. Tal vez no sea la única divergencia de fondo. Para los romanos la observancia del sábado demostraba lo poco apegados que los hebreos eran al trabajo, y en esa como en tantas cosas sólo veían el afuera.  Dado que los números nunca están demasiado alejados de las letras en la cultura judía, el sistema de equivalencias llamado guematria  está allí para agilizar la mente y afilar los sentidos, lo que hace a Ios hijos de Jacob un pueblo enamorado de la música y los estudios.

En hebreo el número que expresa la unidad es el uno, que se dice ejad y las letras que lo conforman: alef (1), jet (8) y dalet (4), suman trece. La alef remite a Uno que es el Creador  la jet a los siete cielos y la tierra, y la dalet a los cuatro puntos cardinales; de tal modo se alude a la totalidad de lo existente, configurado en el Uno que está compuesto por trece, y que tiene su expresión cuando se dice: “Shemá Israel, A-do-nai E-lo-heinu, A-do-nai Ejad”

Varias veces se menciona ese número tanto en el Talmud, el Midrash y otras fuentes, y por supuesto no hay nada que lo relacione con la mala suerte; por lo tanto evitarlo en cualquier forma es un absurdo. El judaísmo no admite la noción de números de mala suerte; existen números significativos, pero la suerte no se mezcla con ellos.
Los atributos de misericordia de Dios, que son las manifestaciones divinas expresadas en el contexto humano, son trece; los métodos básicos para explicar las Escrituras también son trece.

Los 13 Atributos de Dios y Su Misericordia

“Entonces pasó el SEÑOR por delante de él y proclamó: “El SEÑOR, el SEÑOR, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente al culpable…” (Éx. 34:6-7).

Todo autor judío concuerda que esos dos versos contienen una lista de 13 atributos de Dios y de Su misericordia, El número 13 posee un gran significado dentro del pensamiento judío. En los países occidentales, el 13 a menudo se relaciona con la mala suerte. De hecho, muchos edificios multipisos no tienen un piso número 13 debido a las supersticiones. Antes de hablar sobre el número 13, es necesario que entienda que cada letra en el abecedario hebreo, que se compone de 22 consonantes, posee un equivalente numérico.

La “gematria” es la disciplina judía dedicada a encontrar significado más profundo o escondido en las Escrituras basado en el valor numérico de sus palabras. Eso produce resultados muy interesantes. Uno de los ejemplos más comunes es la palabra hebrea de jai (חי), o “vida,” que tiene un valor numérico de 18; leyendo de derecha a izquierda, la letra ח = 8 y la letra י = 10. Dado que esta palabra es tan importante, muchos donativos judíos monetarios vienen en múltiplos de 18.

Según jewfaq.org:

“Es importante notar que el número 13 no representa la mala suerte en la tradición judía o numerología. Normalmente escrito como yod-guímel [יג], el 13 tiene el valor numérico de la palabra ahavá (“amor,” con las letras alef-hei-bet-hei) [אהבה] y de ejad (“uno,” como en la declaración diaria de que Dios es Uno, con las letras alef-jet-dalet) [אחד]. Trece es la edad de la responsabilidad, cuando un niño se convierte en “hijo del pacto,” o bar-mitzvá. Clamamos por la misericordia de Dios al recitar los Trece Atributos de Misericordia, según Éxodo 34:6-7. Rambam  el filósofo judío del siglo 12, también conocido como Moisés Maimónides,  resumió las creencias básicas del judaísmo en una lista de Trece Principios.”

Jesus cita al Shemá (“Escucha, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es”).Estaba manifestando la creencia central del judaísmo de que existe un solo Dios. El valor numérico de ejad (uno) y ahavá (amor) es de 13 cada uno. Juntos, suman a 26. Ahora, por lo siguiente: las letras YHVH, el nombre de Dios, ¡tienen un valor numérico de 26! Dios es amor y es Uno , y su nombre es YHVH.

“Martes, no te cases ni te embarques”

¿Alguna vez escuchaste la frase “martes, no te cases ni te embarques”? . Los judíos , según su costumbre se embarcaban y se embarcaban los martes Esta costumbre se fundamenta en el relato de la Creación, ya que al tercer día de la creación, Dios dijo dos veces  “es bueno“. El Martes equivale al tercer día de la semana según las escrituras, nuestro martes.

Entonces dijo Dios: Júntense en un lugar las aguas que están debajo de los cielos, y que aparezca lo seco. Y fue así.
Y llamó Dios a lo seco tierra, y al conjunto de las aguas llamó mares. Y vio Dios que era bueno. Y dijo Dios: Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semilla, y árboles frutales que den fruto sobre la tierra según su género, con su semilla en él. Y fue así. Y produjo la tierra vegetación: hierbas que dan semilla según su género, y árboles que dan fruto con su semilla en él, según su género. Y vio Dios que era buenoY fue la tarde y fue la mañana: el tercer día. (Génesis 1:9 al 13)

Como señal para que el viaje en barco sea bueno doblemente bendecido  o el  matrimonio no se separe, y sea de bienestar  y con bendiciones que se suele contraer enlace dicho día. Mas tarde se añadió el famoso Martes y trece, como algo negativo y supersticioso, pero lo mas grave es que esas tradiciones supersticiosas nos alejan de la verdad de Dios. El antisemitismo ancestral e inherente en el subcoscinte colectivo , como diria el famoso sicologo  C.Joung, se encargaría de agravar mas la situación siendo motivo de sospecha y  persecución a los que en este día se casaban o se embarcaban.

En hebreo la palabra suerte no existe. La palabra que se utiliza para referirse a la suerte, MAZAL, se traduce como “Signo”. la palabra Mazal es un acrónimo formado por las iniciales de otras tres palabras, Macom, Zman y Limud (Lugar, Tiempo y Enseñanza). Todos, en cada momento estamos en el Lugar y el Tiempo correcto para aprender una Enseñanza. No tener Suerte (Mazal) es no aprender de cada Lugar y cada Momento que la vida organiza para nuestro crecimiento, aun cuando a veces sean momentos difíciles.

Dejemos de supersticiones y acerquémonos a la verdad de Dios invocando su nombre (YHVH =26= 13+13) para que seamos uno (ejad=13) con El y recibamos su misericordia (Jesed=13).



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