Abraham: El Paradigma de la Independencia

En un mundo lleno de idolatría, el joven Abraham razonó que debía haber un único Creador del universo, rechazando su crianza pagana. Descubrió el monoteísmo por sí mismo y se embarcó en una misión de educar a la humanidad, arriesgando su vida en el proceso. Después de muchos años de fiel compromiso, Dios finalmente le habla a Abraham por primera vez:

Y Dios le dijo a Abram: “Lej lejá —Vete para ti mismo— lejos de tu tierra, de tu lugar de nacimiento, y del hogar de tu padre, a la tierra que te mostraré. Te convertiré en una gran nación, y te bendeciré y engrandeceré tu nombre…” (Génesis 12:1-2).

La primera orden a Abraham está llena de interrogantes. Obviamente, uno no puede dejar su tierra sin dejar la casa de su padre y su lugar de nacimiento. El texto tendría que decir: “Deja tu tierra y ve a la tierra que te mostraré”.

Y más aún, por lógica, uno primero deja la casa de su padre, luego su lugar de nacimiento, y luego su país. ¿Por qué mencionarlos al revés?

Desencadénate de los confines de tu sociedad y reexamina los fundamentos de tus convicciones.

El principal mensaje  es la partida física de Abraham de su país. Si fuese así hubiese sido suficiente con decir: “Deja tu país”. El desafío de Abraham era realizar una partida espiritual, dejar atrás las influencias, las costumbres y el apoyo emocional de su familia y de su sociedad para volverse realmente independiente.

Estos tres límites (país, lugar de nacimiento y casa del padre) representan tres esferas de influencia diferentes sobre cada individuo, en orden ascendente de intensidad.

Abraham primero recibe la orden de dejar su país –desencadenarse de la influencia idólatra de su tierra. Luego de dejar su lugar de nacimiento –abandonar las costumbres y convenciones que son distintivas. Finalmente, se lo desafía a desatarse del lazo más intenso de todos –la casa de su padre— su fuente principal de identidad y autoestima.

Superar este desafío es el primer paso de Abraham en el desarrollo de independencia espiritual. Este es el significado del término hebreo lej lejá –vete para ti mismo. Dios le está diciendo a Abraham que elimine las influencias externas para emerger verdaderamente como un individuo.

Responsabilidad de Todo Ser Humano

Esta feroz independencia etiqueta a Abraham como el primer hebreo, un término derivado de la palabra “lado”. Abraham se quedo solo del otro lado.

¿La clave para la independencia? Libérate de los confines de tu sociedad y reexamina los fundamentos de tus convicciones. Este es el desafío principal para cualquiera que esté en el camino de convertirse en un individuo verdaderamente pensante. Porque sin verificar la validez de los valores arraigados, uno nunca puede saber si sus posiciones son correctas.

La primera orden de Dios a Abraham, y a cualquier ser humano, es convertirse en independiente. Necesitamos desarrollar el coraje intelectual y moral para vivir de acuerdo a lo que es verdad, aún si todo el mundo se opone.

Sin eso, no somos nada más que un producto sumiso de la sociedad.



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