Al otro lado del rió Quebar ( La visión de Ezequiel) Cápitulo 3

Los seres celestiales

En su centro había figuras semejantes a cuatro seres vivientes. Y este era su aspecto: tenían forma humana. Tenía cada uno cuatro caras, y cuatro alas El libro de Ezequielcada uno de ello.   (Eclesiastes 1:5)

 Delante del trono había como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás.   (Apocalipsis 4:6)

Alrededor del Trono se mueven las huestes celestiales, seres inmateriales aunque con forma están presentes en las creencias de muchas religiones cuyos deberes son asistir y servir a Dios.

Estamos en un terreno complicado por cuanto se ha creado una serie de mitos y leyendas sobre estos seres que no se ajustan a la realidad, haciéndolos suyos creencias extrañas a la escrituras, utilizadas por imaginaciones confusas, en algunos casos mal intencionadas, los usan para urdir su enmarañada “espiritualidad”.Algunos llegan a ofrecer adoración sobre ellos, olvidando bien por mala intención o ignorancia que son seres creados por Dios.

A veces son fuego, a veces son vientos, ruedas, relámpagos, otra veces son hombres, tienen alas y otros no las tienen, es decir puede que no son ni esto ni lo otro, sino que es una metáfora, una visión de una realidad espiritual más elevada cuyo contenido se adecúa a la imaginación del profeta.

En el cristianismo, se usa el termino ángel hace referencia a la categoría más inferior de toda la jerarquía angelical. Los ángeles han estado presentes en la vida de la humanidad desde el principio de la creación del hombre, estos seres, están involucrados de una forma u otra en la historia de la humanidad y del pueblo de Israel.

Maimónides (1) establece esta jerarquía (2) angelical:  “La diferencia de nombres entre los ángeles está en relación con los diferentes niveles que ocupan, según esto se los denominan: “Jayot HaKódesh” (Animales Santos), cuyo nivel es el superior, “Ofanim” (Círculos), “Erelim” (Luces Divinas), “Jamshalim” (Destellos), Serafim (Serafines), “Malajim” (Ángeles), “Elohim” (Poderosos), “Beney Elohim” (Hijos de Poderosos), “Kerubim” (Querubines) e “Ishim” (Personas). Estos últimos son los ángeles que hablan con los profetas y que son vistos por ellos en una visión profética. Por esta razón se denominan “personas”, pues su nivel está cercano al de los seres humanos”.

El Libro de Enoc es un libro interesante para conocer más cosas sobre los ángeles es citado varias veces  en el nuevo testamento por Judas y Pedro. Muchas escrituras inspiradas de la Biblia muestran la influencia que tuvo este libro en varios de los autores del Nuevo Testamento. Los judíos e historiadores como  Josefo en los tiempos de Jesús no consideraban el Libro de Enoc como inspirado, pero lo consideraban como una fuente con autoridad sobre la historia del pueblo judío.

No hay fechas exactas sobre el origen de este libro, probablemente fue escrito entre el período en que Malaquías escribió el último libro del Antiguo Testamento y Mateo, tal vez a mediados del Siglo II Antes de Cristo. El libro, sin lugar a dudas, fue compuesto usando material tomado de libros anteriores, algunos de los cuales se citan y se mencionan por sus nombres en la Biblia, pero que no forman parte del Canon bíblico.

Este libro puede proporcionar mucha luz a sucesos históricos bíblicos, especialmente durante aquellos tiempos olvidados antes del Diluvio. Si bien no se considero que el Libro de Enoc (3) sea inspirado, las amplias referencias a él en el Nuevo Testamento nos indican que tanto judíos como cristianos de los tiempos de Jesús ya conocían de este libro. De hecho, las numerosas menciones y citas de este libro, indican que varios escritores del Nuevo Testamento lo tenían en alta estima.

En el se hacen mención a ángeles  citando nombres y aptitudes de estos que les llevo a la caída y también se mencionan ángeles que no sucumbieron con visiones muy parecidas a Ezequiel.

En su centro había figuras semejantes a cuatro seres vivientes.Y este era su aspecto: tenían forma humana.   (Ezequiel1:5)  

 Se ha intentado dibujar estos seres, algunas veces con la mejor intención otras no, con la idea de  describir y hacer una imagen o reproducción, con más o menos éxito, de  lo que estaba viendo Ezequiel. Pero es muy difícil plasmar lo que esta describiendo y muchas veces el resultado que se obtiene son dibujos que rozan lo grotesco e  incluso el ridículo.

Einstein dijo:“la imaginación es más importante que el conocimiento y esto es realmente sabiduría”.Es sabio buscar, ir más allá de lo que sabemos o creemos y de la ideas o creencias tradicionales, siempre enfocadas hacia Dios.

Algunos científicos y filósofos modernos se preguntan porque no podemos recordar el futuro igual que recordamos el pasado. Quizá la clave está en la imaginación porque sin restar valor al conocimiento, este puede llegar a ser algo del pasado y la imaginación hace referencia al futuro.

La imaginación es la fuerza motora en la estructura psicológica de la mayor parte de las personas. Cuando se orienta correctamente se rectifica, nuestro rico y fértil poder imaginativo es una bendición, porque nos permite vislumbrar nuestros fines y metas en la vida y desarrollar los talentos que Dios nos ha dado. Una imaginación saludable hace del individuo una persona inspirada y vibrante lo impulsa a realizar sus sueños.

Pero la imaginación se desarrolla generalmente en forma no rectificada, asumiendo los valores, formas influenciadas por las circunstancias que nos rodean en un mundo aún no rectificado en el que nacemos. Siendo que éstos sólo sirven a sus propios intereses egoístas, la imaginación tiende a hacerse engañosa y a debilitarse. Los deseos de esta imaginación deforme y mutilada no sólo desvían la atención del verdadero propósito de la vida sino que asimismo la llevan a fantasear acerca de objetivos irreales Una imaginación retorcida o debilitada conduce inevitablemente a la apatía, el letargo o la desesperación.

El poder de la imaginación puede facilitar en sí mismo la realización de nuestros sueños y objetivos. Asi como pienses a si serán tus días.

También la ufología ha querido ver en estos versículos extraterrestres, naves especiales, ruedas mecánicas y más desbaratadas invenciones y artilugios, para convencer a sus seguidores de sus razonamientos fantásticos e ilusorios.

Esto no es otra cosa que intentar razonar conforme a su ideología lo que es muy difícil de describir o entender.

Además intentar dibujar en papel o lienzo que solo tiene dos dimensiones algo que se desarrolla en una dimensión más elevada es una tarea condenada al fracaso, sin menospreciar a algunos artistas que logran bonitos y artísticos cuadros o dibujos.

Puede ser que por eso que Dios prohibiera hacer “imágenes y semejanzas” porque hacer imágenes puede crear un modelo en nuestra mente que limita nuestra imaginación de un entendimiento más elevado de la Gloria de Dios. Es inútil intentar hacer un modelo de lo que está arriba en el cielo.

Por eso es mejor que la imaginación del profeta Ezequiel, en su descripción de la visión, estimule nuestra imaginación, nos acerque al cuadro que nos está describiendo y así poder percibir la manifestación de la Gloria de Dios en su máxima intensidad posible.

Ezequiel usa mucha la palabra “semejantes” “figuras semejantes a cuatro seres vivientes…”  en hebreo se traduce de la palabra “demut” y significa cuadro, forma o aspecto, pero nunca algo concreto o definitivo por eso nunca utiliza la palabra imagen.

Aquí encontramos una paradoja, ¿como puede ser que si Dios permite hacer imágenes de Querubines? Los Querubines se ven entonces en seis lugares estratégicos en que Salomón adornó el templo. Querubines en el Velo del Templo, en las puertas del Templo, en las paredes del Templo, en las bases de bronce. en el arca del Pacto, de oro dentro del lugar Santísimo.

Randall Price en su libro “Tesoros del Templo” menciona:

La Babilonia y Egipto a menudo describieron criaturas al estilo de las esfinges, mitad león mitad hombre. Pero nuestra incapacidad para identificar el parecido de los querubines se remonta al tiempo de Jesús, pues Josefo, escritor judío del siglo primero, que registró una descripción ocular del segundo templo, dijo de los Querubines: “Nadie puede decir cómo eran”. Algunos rabinos han dicho que la mejor explicación para la inclusión de Querubines en el arca y en las cortinas del tabernáculo y templo (puesto que tales imágenes esculpidas estaban prohibidas en toda otra parte) era que servían para instilar y fortalecer la fe en la existencia de los seres angélicos”.

El simbolismo bíblico animal, en ocasiones fue utilizado para representar cualidades divinas. En la Biblia es aplicado frecuentemente como parte integrante de las visiones místicas proféticas. Por ejemplo, en la visión del profeta Ezequiel, éste ve la figura de cuatro seres vivientes posiblemente querubines con cuatro caras cada uno: de águila; de toro; de hombre y de león.

Juan en su visión nos relata una lectura similar:

Delante del trono había como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo ser era semejante a un becerro; el tercer ser tenía el rostro como el de un hombre, y el cuarto ser era semejante a un águila volando.                                                            (Apocalipsis  4:6-7 )

El águila, por su mirada penetrante ha sido símbolo de la sabiduría de Dios o también un símbolo de visión profética.

Hay una leyenda sobre el águila que dice:

“El Aguila, ave sublime se creía que al envejecer volaba hacia el sol para quemar sus alas reintegrándose al fuego y al oro, y luego se bañaba en las aguas bautismales recuperando su vigor, símbolo cristiano de la muerte y resurrección de Cristo”.

 El león es un símbolo de realeza y justicia. En los peldaños que conducían al trono del rey Salomón había doce leones de oro en cada lado ya que a la decadencia de Judá, pasando por David hasta Jesús se le llama “el león que es de la tribu de Judá”; y en la visión de Ezequiel simboliza la realeza de Dios.

El toro simboliza del poder de Dios, en su sangre residía la redención y era el tipo profético de una simiente mesiánica salvadora.

La cara del hombre, es un símbolo del amor de Dios hacia el hombre que forma parte de la creación de Dios. El hombre fue  creado a su imagen y semejanza una vez restaurado también formara parte del Reino de los cielos.

Estos seres son lo más cercanos al torno de Dios, aunque también son llamados Hayot que significa “bestias”, algunas fuentes los identifican como seres separados pero más adelante Ezequiel los identifica como Querubines.

La etimología hebrea de la palabra querubín es “Karov” significa “cercano.” Como en apocalipsis, los querubines están más cercanos al trono de Dios.

Todo parece estar perfectamente coordinado:

 Y cada uno iba de frente hacia adelante; adondequiera que iba el espíritu, iban ellos, sin volverse cuando andaban. (Ezequiel 1:12)

 El espíritu parece dirigir toda la coreografía celestial, esto indica que su rol principal está enmarcado y relacionado con la santidad y obediencia a Dios. Por esto, todo lo que tenga que ver con la santidad y con alcanzar la voluntad de Dios sobre la Tierra se encuentra en el ámbito de la dirección del espíritu.

En la visión aparecen lo que pueden ser otro tipo de seres:

En medio de los seres vivientes había algo que parecía carbones encendidos en llamas, como antorchas que se lanzaban de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían rayos. Y los seres vivientes corrían de un lado a otro como el fulgor del relámpago.                                                           (Ezequiel 1:13-14)                       

Estos pueden ser los serafines se han descrito como brillantes, poderosos e incorruptibles. Son seres cercanos a Dios y que tienen comunicación directa con Él. Son tan radiantes que ni aún los querubines pueden mirarlos de frente.

Ellos se encuentran alrededor del Trono de Dios, cantando continuamente. Saraph significa “seres ardientes”, o simplemente “seres… de fuego.

Isaías describe la visión que tuvo el profeta sobre los serafines:

“…yo vi al Señor sentado en un trono elevado y excelso, y las orlas de su manto llenaban el Templo.  Unos serafines estaban de pie por encima de él. Cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, y con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.  Y uno gritaba hacia el otro: “¡Santo, santo, santo es el Señor de los ejércitos!Toda la tierra está llena de su gloria”. Isaías (6:1-3)

Los Serafines y los Querubines son, en la teología cristiana, dos tipos separados de ángeles. Las descripciones de los Serafines, Querubines, y Ofanimes son a menudo similares, pero igualmente se diferencian.

En la teología medieval neo-platónica, los Serafines pertenecían al orden más alto, o coro angélico, de la jerarquía de los ángeles.

Se dice que son los guardianes del trono de Dios, y continuamente cantan Kadosh, Kadosh, Kadosh, es decir, ‘Santo, Santo, Santo’ . es el señor de las huestes: toda la Tierra está llena de su Gloria’ Este canto es referido como ‘el Trisagión’.

El escritor medieval Pseudo Dionisio el Areopagita (4) incluyó a los serafines en su obra Jerarquía Celestial lo que ayudó a disminuir la naturaleza fiera de los serafines en la imaginería medieval. Es aquí donde los Serafines son descritos como seres que se ocupan de mantener a la Divinidad en perfecto orden, y no se limitan a cantar el trisagión. Tomando datos de los escritos de la tradición rabínica, él da una etimología a los serafines diciendo que son “aquellos que prenden o hacen fuego.

En Isaias 6:1-3  es  la única  acepción  de la  palabra  ‘serafín’  que  se encuentra  en  la  Biblia  Hebrea  con  el  sentido  de  seres celestiales.

Los serafines son parte de la jerarquía de los ángeles, y la visión de Isaías es repetida varias veces en los oficios judíos diarios, incluso en la oración.

Estos ocupan el quinto rango de diez categorías de ángeles según la exposición de Maimónides sobre la jerarquía angelical judía

Nota: (1) Moshé ben Maimón también llamado Maimónides (“hijo de Maimon”)[ ]fue el médico, rabino y teólogo judío más célebre de la Edad Media. Tuvo una enorme importancia como filósofo en el pensamiento medieval. Nació en Córdoba, el 30 de marzo de 1135,[] en el seno de una distinguida familia de jueces rabínicos.

Nota: (2) Las jerarquías citadas vienen de fuentes extra bíblicas, por eso no hay nada definitivo.

Nota (3) Los primeros cristianos tuvieron gran aprecio por el Libro de Henoc, como lo atestiguan las epístolas canónicas de Judas (6 y 14-16) y 2 Pedro (2:4), así como la no canónica de Bernabé y los escritos de Justino Mártir (100-165), Atenágoras (170); Tatiano (110-172); Irineo, Obispo de Lyon (115-185); Clemente de Alejandría (150-220); Tertuliano (160-230); Lactantio (260-325) y además los
de Metodio de Filipo, Minucius Felix, Comodiano y Prisciliano (m. 385)

Nota (4): Dionisio era un juez del Areópago, que fue convertido al cristianismo por la predicación que Pablo de Tarso llevó a cabo durante uno de sus viajes evangelizadores a Atenas.[En el siglo VI se publicaron una serie de escritos de naturaleza mística y estilo neoplatónico, que fueron atribuídos a Dionisio Areopagita. Estudios posteriores demostraron que esto no era así, sino que pertenecían a un autor bizantino desconocido, al que a falta de mejor nombre, se llamó Pseudo Dionisio Areopagita.



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