“Los doce Misterios” (Cristo el Mesías)

“para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar toda riqueza de plena certidumbre del entendimiento, a fin de conocer completamente° el misterio de Dios: El Mesías; en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento”.(Colosenses 2:2)

Esto es lo mas importante de este estudio y este blog que el Mesías sea revelado en nosotros, porque saber y conocer detalles de las Escrituras es interesante pero sin el conocimiento del Mesías nada de lo que hablemos o estudiemos tiene un sentido profundo y un valor eterno, por eso por encima de la teología esta la revelación de este misterio para que sea algo real y consciente dentro de nuestro Ser. Jesús dijo en Juan 14:6:

“Jesús le dice: Yo soy el Camino, y la Verdad, y la Vida; nadie viene° al Padre sino por mí.”

La palabra hebrea Mashíaj (Mesías) significa “el que ha sido ungido”. El acto de ungir con óleo es una ceremonia ritual destinada a ensalzar a los destinados al sacerdocio al trono e incluso a veces a la profecía como en el caso del Profeta Eliseo.

En las Escrituras, el ungido es una figura redentora con características de sacerdote y de monarca, capaz de cambiar la naturaleza del mundo por voluntad de Dios:

El lobo vivirá con el cordero, el leopardo se echará con el cabrito, y juntos andarán el ternero y el cachorro de león, y un niño pequeño los guiará. La vaca pastará con la osa, sus crías se echarán juntas, y el león comerá paja como el buey. Jugará el niño de pecho junto a la cueva de la cobra, y el recién destetado meterá la mano en el nido de la víbora. No harán ningún daño ni estrago en todo mi monte santo, porque rebosará la tierra con el conocimiento del Señor como rebosa el mar con las aguas.     (Isaías 11:6-9).

En la doctrina cristiana se identifica a Jesús como Mesías y lleva el nombre de Cristo o Jesucristo. En griego, la palabra Xristos (pronunciada “Jristos”) significa “ungido”. En el Nuevo Testamento Jesús es nombrado Cristo varias veces; a título de ejemplo el Evangelio según Marcos comienza así: “Comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios” (Marcos 1:1). En el Evangelio según Mateo, Pedro identifica a Jesús como al Ungido e Hijo de Dios: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16). Por esta declaración se establece la creencia en la esencia divina de Jesús. Y en el Evangelio según Marcos, Jesús admite ser el Mesías ante el Sumo Sacerdote: “… ¿Eres el Cristo, el Hijo del Dios? – le preguntó de nuevo el sumo sacerdote.  – Sí, yo soy – dijo Jesús… “(Marcos 14:61-62

El plan maestro de la creación

En el principio creó Dios los cielos y la tierra  (Génesis 1:1)

En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.  (Juan 1:1)

La pregunta seria: 
¿Qué había antes de la creación? Por supuesto Dios y dentro de El, en su mente había un proyecto, había planes, que estaban allí desde la eternidad, en un estado sin tiempo. A partir de la creación empezaría el tiempo tal como lo conocemos ahora. Ese plan maestro es la Palabra; con su fuerza y poder creador ha creado las cosas visibles de las cosas invisibles manifestando su poder y eternidad.

La palabra que ha sido traducida como “en el principio” es la palabra “bereshit”. Son dos palabras “be” que significa dentro de ,en ,con, por medio de, por causa de …. Y “reshit que significa primero  ( en lugar, tiempo, orden o rango),primicia, inicio principal lo mejor ….

Viene de la palabra “rosh” que significa cabeza, comienzo, …

La palabra ‘palabra’ que leemos en algunos textos del nuevo testamento, proviene en  de la palabra Griega logos. Su significado fundamental es el mismo que “dabar”. Significa pensamiento, cosa, algo dicho, pronunciación….

Teófilo también estableció que el logos tiene dos aspectos: pensamientos y habla. Así es que las enseñanzas de YHVH en las escrituras con relación al matrimonio, el gobierno, los hijos, las relaciones, enfermedades, comidas puras e cosas impuras,administración de  justicia, administración de desperdicios, la salud, dinero y amor evolucionaron a un sistema de credos. Las PALABRAS de ‘ELOHIYM pronto se convirtieron en un concepto abstracto e indefinido que podía ser obtenido diciendo las cosas correctas, excluyendo el hacer las cosas correctas. Y así tuvimos cambio donde Jesús pasó a ser la palabra de Dios  hecha carne y nos enseñó las cosas correctas.

Volviendo a la palabra “dabar” y su concepto podemos extraer esta conclusión teniendo en cuenta que “dabar” significa palabra o cosa:

1)Dios de las palabras crea cosas. Es decir Dios materializa sus pensamientos con la palabra.

2)El hombre de las cosas crea palabras . Podemos ver que la autoridad de Adam (Génesis 2:19-20) fue dada para poner nombres a los animales.

Arriba vemos (Genesis 1:1) en hebreo su escritura original, se lee de derecha a izquierda y la primera palabra es “bereshit” ; la primera letra que en los originales es mas grande es la letra “Bet” significa casa, hogar…..Este es el propósito principal de la creación. El Todopoderoso desea tener una morada física,  habitar con su presencia en el mundo, donde muchos hijos serán llevados a la gloria (Hebreos 2:10).

La palabra reshit (principio o cabeza) aparece 50 veces en el antiguo testamento, en relación con un hijo primogénito, con el principio de un reinado, con los primero frutos. En las escrituras hay una relación muy íntima entre esta palabra y el Mesías.

El Mesías es el “reshit” o el principio de todas las cosas: El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.  Porque en El fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de El y para El. Y El es antes de todas las cosas, y en El todas las cosas permanecen. (Colosenses 1:15 al 18)

Rabí Iojanán dijo:” El mundo fue creado por causa del Mesías, ¿cuál es el nombre de este Mesías? La escuela de Rabí Shila dijo, “su nombre es Shiloh, porque está escrito, hasta que venga Siloh. (Génesis 49:10) “[Talmud de Babilonia, Sanedrín 98b].

Ahora veamos el versículo aún más detalladamente a través de los ojos de los sabios antiguos. Después de B e Elohiym re’shiyt bara ‘ hay una cuarta intraducible palabra. Esa cuarta palabra es en realidad dos letras hebreas: El Aleph y el Tav. La alef-tau (את) responde a un objetivo gramatical en que señala el objeto directo de la oración. Estas dos letras no forman realmente una palabra, sino más bien expresan un concepto profundo. El aleph (א) es la primera letra del alfabeto hebreo, y el tav (ת) es la última letra del alfabeto. La colocación de estas dos letras esta en lugares estratégicos dentro de muchas oraciones de las Escrituras Hebreas y expresa un concepto muy profundo. Es equivalente a decir “de alfa a omega, de la a la z, el principio y el fin. “ Por lo tanto, desde el punto de vista hebraico, se puede leer: “En el principio Elohim ‘creó el alef-tau .

Él creó las letras por las cuales toda vida y todo el universo esta divinamente ordenado. Elohiym (Dios) tenía que crear esto primero, las letras del alfabeto Hebreo que forman la Torá (pentateuco), y producen la existencia material de todas las cosas. En Juan 1:1 dice:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.

Podemos leerlo así:

“En el principio era el Verbo, el alephbet, el Verbo era con Dios, y Dios era el Verbo.

Entonces entendemos mejor porque Jesús dijo que era el alfa y la omega, si contamos con que el idioma original bíblico es hebreo podemos decir que El es el alef y tav, él es el verbo preparado antes de la fundación del mundo.

 Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin. (Apocalipsis 22:13)

El Principio de la creación.

En las Escrituras hay una relación muy íntima entre reshít y el Mesías. El Mesías es el Reshít (pirncipio) de todas las cosas, como está escrito en Colosenses 1:15-18:

Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. Porque en él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y en él todas las cosas permanecen. Él es también la cabeza del cuerpo que es la congregación; y él es el principio, el primogénito de entre los muertos, a fin de que él tenga en todo la primacía.

Mesías es también las primicias, el Reshít, de la resurrección, como está escrito en 1 Corintios 15:20, 23:

“Mas ahora el Mesías ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron… Pero cada uno en su debido orden: el Mesías, las primicias; luego los que son del Mesías en su venida” 

El Mesías es el proyecto que está detrás de todas las cosas creadas. El Mesías está en el interior del Padre eterno desde la eternidad, como está escrito en Juan 1:18:

“A Dios nadie lo ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

Aquí no está escrito que el Hijo estaba en el seno del Padre, sino en tiempo presente, está en el seno del Padre. Como el Padre está fuera del tiempo, su Hijo, que es el proyecto Mesías, está fuera del tiempo, dentro del Padre, en la eternidad, en el presente continuo por toda la eternidad, como también está escrito en Juan 17:5, 24b:

“Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera… la gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.” 

Dios ha decidido gobernar el universo por medio del Mesías. Por lo tanto, la palabra reshít está relacionada en las Escrituras con el principio de un reinado. Es más, el proyecto Mesías es la razón por la cual todas las cosas fueron creadas y para quién todo haya sido hecho. Dios creó todas las cosas por medio del plan Mesías, y para el Mesías, que más adelante iba a ser manifestado a través de un hombre, como está escrito en 1 Juan 1:1-2:

“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que han palpado nuestras manos, acerca de la Palabra de vida, pues la vida fue manifestada, y nosotros la hemos visto y damos testimonio y os anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre y se nos manifestó.” 

En Juan 1:14a está escrito:

“Y la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros” 

La palabra habitar es la misma que traducimos en Hebreo  como Sucot, y es la fiesta de las cabañas  o tabernáculos podríamos traducirlo así:

” Y la Palabra fue hecha carne y puso su “cabaña” entre nosostros.”

El prefijo hebreo be en la primera palabra de la Torá, beReshit, significa “en”, “por”, “en aras de”, “por causa de”, etc. Esto nos enseña que Dios creó los cielos y la tierra “en Reshít”, o “por causa de Reshít”.  Las Escrituras son el plan eterno por medio del cual el mundo fue creado.  Así que, todas las cosas fueron creadas por medio de la Torá y por causa de Israel. Y todo fue creado por medio del Mesías y por causa del Mesías.

También la palabra habitó “Shakan”   se puede traducir como residir o morar, En este sentido también se usa para referirse a Dios, indicando la continuidad de Su Divina Presencia (Shekina)) o de Su Providencia: “Y yo moraré entre los hijos de Israel”. El Mesías , Cristo, nos lleva a la presencia de Dios  y estar en El nos mantiene en un lugar donde se abre una puerta a la Shekina y nos enseña a estar en la presencia de Dios.



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