La sabiduría no consiste en saberlo todo, es también tener el número de teléfono de quien la tiene.

La sabiduría según las escrituras es una fuerza inherente al hombre, hablamos de la sabiduría de Dios que no tiene nada que ver con la inteligencia, el conocimiento o la experiencia humana. Alguien me comento sobre un artículo que publique recientemente que no era atinado hacerlo y en la forma que me lo dijo me di cuenta que había mucha sabiduría en el contenido y en las formas en que me lo dijo, asi que inmediatamente retire el articulo . Por medio de esa persona yo recibí sabiduría para poder tomar una decisión, estoy muy agradecido, no quiero decir su nombre porque no tengo su autorización, pero gracias. Alguien dijo:

“La sabiduría no consiste en saberlo todo, es también tener el número de teléfono de quien la tiene.”

La sabiduría y el Mesías

 Según libros hebreos todos los misterios serán revelado un día por el Mesías:

“Y este es el espíritu que surgirá de la sabiduría oculta, y que se llama el espíritu de la vida; y ese espíritu está listo para impartir esta sabiduría a su debido tiempo por medio del Mesías Rey,

Como está escrito en (Isaías 11:2):

‘Y reposará sobre Él el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia.

El Apóstol Pablo, en su carta a los Colosenses, habla de esto:

“Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.”

La canción de la sabiduría

Vemos que la sabiduría de lo alto ya  esta establecida desde antes de la formación del mundo, la sabiduría este relacionada con el rol que juega el Mesías, El es la Sabiduría que volverá a la creación a su estado original, es decir a la armonía y la Paz. En estos versículos parece que tiene una personalidad la cual yo relaciono con la esperanza Mesiánica:

” El SEÑOR me poseyó al principio de su camino, antes de sus obras de tiempos pasados. Desde la eternidad fui establecida, desde el principio, desde los orígenes de la tierra.  Cuando no había abismos fui engendrada, cuando no había manantiales abundantes en aguas.  Antes que los montes fueran asentados, antes que las colinas, fui engendrada,cuando El no había hecho aún la tierra y los campos, ni el polvo primero del mundo.Cuando estableció los cielos, allí estaba yo; cuando trazó un círculo sobre la faz del abismo,cuando arriba afirmó los cielos, cuando las fuentes del abismo se afianzaron,cuando al mar puso sus límites para que las aguas no transgredieran su mandato, cuando señaló los cimientos de la tierra,” (Pro 8:23  al 29)

 Una de las fuentes Bíblicas para sabiduría (Jojmá) y conocimiento (Biná) es el versículo en Proverbios (3:19) ,

“ Dios fundó la tierra con sabiduría (Jojmá)  ; El estableció los cielos con conocimiento (Biná) .

La Biblia afirma aquí que Jojmá y Biná son las fuerzas básicas empleadas por Dios para crear el mundo.  En un sentido Divino, sabiduría (Jojmá)   constituye los axiomas sin necesidad de demostración. que definen el mundo, mientras que conocimiento (Biná) comprende el sistema lógico que conecta estos axiomas. Todas las leyes de la creación son esencialmente axiomas y el más simple de los axiomas contiene varios niveles. Por ejemplo, el axioma de que la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta implica la existencia de un punto, de líneas rectas, del espacio y demás. Estas categorías existen en sabiduría (Jojmá)  En Biná, ellas juegan lógicamente y emergen como un sistema coherente de leyes.

“La palabra axioma proviene del sustantivo griego αξιωμα, que significa «lo que parece justo» o, que se le considera evidente”

La sabiduría Divina es comunicada a través de la revelación profética, que denota la capacidad de penetrar las capas superficiales de la realidad y percibir la esencia de las cosas.  A nivel humano, sabiduría (Jojmá)  es llamada comienzo, como en (Salmos 111:10) , Reshit Jojmá. “El comienzo de la sabiduría es el temor de Dios”. Siendo un paralelo del hemisferio derecho del cerebro, de lo no verbal, Jojmá corresponde a los axiomas fundamentales del conocimiento que yacen detrás de todo nuestro proceso de pensamiento. Estos axiomas se encuentran en la estructura misma de la mente al nacer y llegan a integrarse a ella mediante nuestras experiencias de vida. Ellas forman la base de nuestra capacidad de estructurar y categorizar la información, y por tanto de obtener sabiduría.

Con lo anterior debemos entender que los juicios que emitimos tanto como las acciones que ejecutamos en gran medida se basan en las leyes que tengamos en el corazón, esas leyes tienen su sustento en el conocimiento y en algunos casos en la experiencia, pero a final de cuentas no deja de ser un conocimiento que tenemos cada uno de nosotros en nuestro ser y concretamente las Escrituras le llama corazón, entonces ¿cómo puede emanar la sabiduría del corazón? básicamente porque la sabiduría para mostrarse como tal necesita un conocimiento, como lo leeremos a continuación:

Proverbios 2:10  Cuando la sabiduría entre en tu corazón y el conocimiento sea agradable a tu alma.

Obviamente el conocimiento deberá tener su sustento en la verdad (para que se pueda mostrar como sabiduría), verdad que en gran medida la obtiene el hombre a partir de conocer las Escrituras.

La sabiduria marca nuestro espacio-tiempo

Existe una profunda diferencia entre la inteligencia y sabiduria. Intelectualmente podemos elegir cambiar nuestro comportamiento en respuesta a los desafíos de la vida. Sin embargo, tan pronto estalla una situación difícil, se desencadena una reacción dentro de nosotros y todas nuestras buenas intenciones se vienen abajo. A pesar de nuestro deseo de cambiar, no lo hacemos. Queremos bajar de peso, pero el pastel de manzana en la mesa desencadena una reacción dentro de nosotros y lo  devoramos en tres bocados y medio.  Intelectualmente, decidimos contener nuestra rabia y dominar nuestro mal genio. Pero luego alguien nos hace un daño grave y enrojecemos con rabia, explotando e insultando con toda nuestra furia.

Mientras nuestra inteligencia nos hace ser reactivos  a los estímulos exteriores y eso hace que marquemos nuestro espacio, pero la sabiduria hace se sincronice nuestro espacio tiempo, es decir que tomemos las decisiones adecuadas (espacio) en el momento oportuno(tiempo).

Cuando elevamos y alteramos nuestro nivel de conciencia sin sabiduria, respondemos o reaccionamos de forma automática cuando algo externo intenta desencadenar nuestra ira o miedo. Somos personas diferentes, aunque todos no actuamos igual la tendencia es actuar con forme a nuestra experiencia o conocimiento.. Una vez más, el intelecto está relacionado con las intenciones. Puede ser que tengamos buenas intenciones , pero el camino al infierno está hecho de buenas intenciones. No es suficiente el intelecto para modificar nuestro comportamiento. Los monos tienen intelecto. Los perros son inteligentes. Pero responden de manera instintiva a sus impulsos y deseos innatos.

Lo que nos hace humanos es nuestra capacidad de elevar nuestro nivel de conciencia con sabiduria, lo que automáticamente altera nuestro comportamiento. Esto es lo que nos permite transformar nuestra naturaleza y al mismo tiempo estar sincronizados con Dios.

Por eso Solomon no pidió riquezas, ni poder  pidió Sabiduría a Dios, pues el tenia “su numero de teléfono”. Todo el mundo que comenta esta parte hace énfasis en la sabiduria, pero Salomón también pide conocimiento y es que con la sabiduria de Dios en unidad al conocimiento, es la fuerza con la que se pueden hacer grandes cosas y marca nuestro espacio-tiempo en la decisiones que tenemos que tomar  a lo largo de nuestra vida.

Dame ahora sabiduría y conocimiento, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque, ¿quién podrá juzgar a este pueblo tuyo tan grande?
 Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria, ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a mi pueblo sobre el cual te he hecho rey,
sabiduría y conocimiento te han sido concedidos. Y te daré riquezas y bienes y gloria, tales como no las tuvieron ninguno de los reyes que fueron antes de ti, ni los que vendrán después de ti.



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