El dia de Jerusalem y el numero 137

Salmo137 

Junto a los ríos de Babilonia,

nos[a] sentábamos y llorábamos,
al acordarnos de Sion.
Sobre los sauces en medio de ella
colgamos nuestras arpas.
Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones,
y los que nos atormentaban nos pedían alegría, diciendo:
Cantadnos alguno de los cánticos de Sion.

¿Cómo cantaremos la canción del Señor
en tierra extraña?
Si me olvido de ti, oh Jerusalén,
pierda[e] mi diestra su destreza.
Péguese mi lengua al paladar
si no me acuerdo de ti,
si no enaltezco[f] a Jerusalén
sobre mi supremo gozo.

7 Recuerda, oh Señor, contra los hijos de Edom
el día de Jerusalén,
quienes dijeron: Arrasadla, arrasadla
hasta sus cimientos.
Oh hija de Babilonia, la devastada
bienaventurado el que te devuelva
el pago con que nos pagaste.
Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños
contra la peña.

 

En el año 70  el  ejército romano (edom) conquistó lo que había sido la gloria de la nación judía durante mil años. Saquearon Jerusalem y degollaron o esclavizaron a todo residente judío. Desde entonces Jerusalem a través de los siglos ha sido dominada por Cruzados, musulmanes, turcos, mamelucos, británicos.

Hasta que el día 28 del mes judío de Iyar, en el tercer día de la Guerra de los Seis Días de 1967, mientras el ejercito israelí batallaba con el ejercito jordano en áreas en torno a la Tierra de Nadie, los comandantes israelíes de pronto se dieron cuenta que podía ser posible recuperar la Ciudad Vieja. En los archivos del ejército israelí había planes militares detallados para cómo tomar cada colina y campo en la tierra, pero no había ningún plan de cómo tomar la Ciudad Vieja. Sus gruesas murallas, construidas para resguardarla de los invasores, la habían hecho invencible en 1948, cuando docenas de guerreros judíos perdieron sus vidas intentando penetrar el bastión. Pero ahora, cuando estaban siendo logradas victorias milagrosas en cada frente, ¿era posible —realmente posible— recuperar la Ciudad Vieja de Jerusalem?

La orden fue emitida a la Brigada 55 de paracaidistas de Motta Gur para que tomasen la Ciudad

 Los nazis, así como otros antisemitas activos a lo largo de la historia, emplearon estas palabras para herir los sentimientos de los judíos. Es que debemos saber el origen de la exclamación “hip, hip, ¡hurra!”, para comprender su gravedad. Hace alrededor de 1900 años, en manos del general Tito, cayó Jerusalén y el Templo santo fue puesto en llamas y arrasado, los soldados romanos trasmitieron este mensaje codificado: “HEP”. Aquellos entre nuestros enemigos que estaban al tanto de la clave al oír el mensaje soltaban un jubiloso: “¡Hurra!”.

Los nazis, así como otros antisemitas activos a lo largo de la historia, emplearon estas palabras para herir los sentimientos de los judíos. Es que debemos saber el origen de la exclamación “hip, hip, ¡hurra!”, para comprender su gravedad. Hace alrededor de 1900 años, en manos del general Tito, cayó Jerusalén y el Templo santo fue puesto en llamas y arrasado, los soldados romanos trasmitieron este mensaje codificado: “HEP”. Aquellos entre nuestros enemigos que estaban al tanto de la clave al oír el mensaje soltaban un jubiloso: “¡Hurra!”.

Vieja. Siendo un judío secular con el anhelo por Jerusalem corriendo por sus venas, Gur se sintió sobrecogido por la responsabilidad, que después de 2.000 años, él fuese a comandar a las fuerzas judías que finalmente traerían de vuelta a Jerusalem a la soberanía judía.

Los paracaidistas entraron por la Puerta del León. Para su sorpresa, fuera de ocasionales disparos de francotiradores, no hubo mayor resistencia. Las fuerzas jordanas habían evacuado la noche anterior. Las tropas israelíes se dirigieron como un magneto directamente al Monte del Templo. Las palabras de Motta Gur, las cuales fueron escuchadas en Bunkers y refugios antibombas y bases militares a lo largo de Israel, serían recordadas por la historia moderna judía como el grito de guerra de un otrora derrotado pero ahora victorioso pueblo: “Har Habayit be yadeinu, ¡el Monte del Templo está en nuestras manos!”.

137 el numero de Dios

Pero aun estuve investigando mas sobre el nª 137  y me entero de que el valor inverso de ese número, es decir 1/137, es en la Física una constante universal del electromagnetismo denominada “constante de estructura fina”.

137

Los investigadores afirman que han descubierto que una de las supuestas constantes fundamentales de la Naturaleza parece no ser realmente constante. Se trataría de la llamada “constante de estructura fina “, que caracteriza la fuerza de la interacción electromagnética o interacción entre partículas con carga eléctrica. Esta constante suele ser representada por la letra griega “α” (alfa).

El nombre técnico de alfa es “constante de estructura fina“, y es una de las constantes físicas cuya predicción teórica mejor coincide con los datos experimentales.

Los físicos han demostrado que el valor de alfa es el que tiene que ser para que exista un Universo como el nuestro. De hecho, si alfa variara apenas un poco (menos del 5%), el carbono no se produciría en los hornos estelares. Otra pequeña variación y adios a cualquier tipo de fusión en los núcleos de las estrellas.

Sólo es importante comentar que el misterio consiste en que tal constante no posee unidades asociadas como el resto de las constantes de la Física, por lo que, al decir de la ciencia, es un “número puro”, y esto significaría que es una constante que no depende del sistema de unidades que se defina. Asì, esta característica agudiza su  importancia, porque el misterio de toda ley de la Física, o ley natural, siempre está radicado en sus valores constantes.

Richard Feynman, uno de los físicos más importantes del siglo 20, escribió lo siguiente sobre el número 137:

“Ha sido un misterio desde su descubrimiento hace más de cincuenta años, y todo físico teórico competente coloca este número en su pared y se preocupa por éste.  Es uno de los  malditos misterios más grandes: un número mágico que nos llega sin el entendimiento del hombre.  Pudiéramos decir que la ‘mano de Dios’ escribió ese número y ‘no sabemos cómo El movió el lápiz”.

Richard Feynman sugirió que (…) aquellas personas que intentaban buscar respuestas al ¿por qué? y al ¿cómo? funcionan las cosas, deberían tener a la vista un mensaje sencillo, que les recordara cuán profundo es su desconocimiento del universo. El mensaje sugerido por Feynman fue el número 137, asociado a la constante de estructura fina, cuyo símbolo es la letra griega alpha. Su valor no es seleccionado al azar. Posee cualidades interesantes y encierra en sí los más profundos misterios del universo.

El número 137 en física corresponde a la interacción entre un electrón y un fotón o la probabilidad de que un electrón absorba a un protón.  En el lenguaje mistico, esto significa la interacción entre la Vasija y la Luz o cómo una Vasija puede absorber/recibir la Luz.  Sabemos que estamos distantes y desconectados de la Luz cuando estamos opuestos en la naturaleza, porque en la esfera de conciencia o espiritualidad, polos opuestos se rechazan mutuamente. La única manera para que nuestro mundo físico (electrón) absorba (reciba) la Luz es imitando a la Luz, comportándose como la Luz y esto detiene la repulsión.  A su vez, causa atracción.

La conciencia

La pieza del rompecabezas que le falta a la física es la conciencia. Solo a modo de conciencia podemos absorber y conectarnos a la Luz en forma duradera y permanente.  ¿Cómo?  Primero al admitir y reconocer que nuestro ego es una fuerza distinta y aparte de la conciencia , y luego nos afanamos en removerla, así que damos, en vez de recibir solamente, entonces nos unificamos con la Luz.  En otras palabras, la Luz es la Causa de la Felicidad. Por lo tanto, cuando nos convertimos en la causa de la felicidad de otra persona, somos idénticos a la Luz.

¿Cuál es la lección para aprender aquí?. Simple (pero no fácil): En vez de hacer nuestros propios sueños realidad (lo cual nos desconecta porque estamos recibiendo, el opuesto directo de compartir Luz), necesitamos empezar a hacer los sueños de otros realidad. Pero no te preocupes por dedicarle tu tiempo y talentos a hacer los sueños de otros realidad.  No te tendrás que preocupar porque tendrás al resto del mundo esforzándose en hacer todos tus sueños realidad.  Esto se ha mantenido durante muchos años en secreto.  Es la fórmula para la inmortalidad y el paraíso.  Cuando todos estemos trabajando para hacer los sueños de los demás realidad, usando nuestros dones y talentos para el propósito único de causar felicidad en otros,  el Mundo Sin Fin y el mundo Físico se unen como uno. La felicidad se manifiesta.

El 137 crea un todo unificado.  La unidad entre las personas crea la unidad entre el 1, el 3 y el 7.

Ahora desecha todos los detalles y la física y cae en cuenta de que cuando amas a tu vecino, cambias tu vida y la del mundo.  Pero también reconoce que sólo puedes amar a tu vecino cuando remueves la fuerza que te impide amar sin condiciones es el ego humano.  Entonces, en vez de perseguir al amor, correr detrás de la felicidad y del regocijo, empieza a perseguir a tu propio ego y a tus rasgos egoístas, porque una vez que remuevas todo esto, el amor, la felicidad y la alegría serán el resultado automático.

Jerusalem unificada

Yo he estado en Jerusalem y desde, es un lugar donde a pesar de los debates políticos y de tormentas internacionales puedes absorber la luz que emana de esa ciudad, todo el mundo quiere estar allí  y con una Jerusalem unificada para Israel a quien pertenece  sera Jerusalem  la capital espiritual del mundo. No hay duda de que allí existe una fuerza especial, y cada persona la siente de una forma distinta.

Esa fuerza que la gente siente que Jerusalem es la raíz espiritual y centro del mundo. Y a pesar de todas las guerras que ha sufrido, esa fuerza es una fuerza de amor. La verdadera Jerusalem no se encuentra en las piedras o en las calles de la ciudad. Únicamente puede sentirse dentro de un corazón corregido, un corazón que ha pasado del odio sin razón al amor por los demás.

Cuando alcancemos esto  seguro que conoceremos el misterio del numero 137, el numero de Dios y ya no viviremos  como extranjeros, ni cantaremos canciones en una tierra extraña.

¿Cómo cantaremos la canción del Señor
en tierra extraña? (Salmo 137: 4)



Categorías:Articulos

1 respuesta


  1. Muy interesante, gracias.

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