El misterioso Ángel del Señor

El Ángel del Señor

Uno de los personajes más misteriosos en la Antiguo Pacto es “El Angel del Señor,” en   el Hebreo  (Mal’ak). La palabra Hebrea Mal’ak traducida en las Escrituras como “ángel” proviene de una raíz poco usada, que significa “enviado como sustituto.”  Este ángel se le vé actuando con atributos que le corresponden solamente a Dios, es decir se le vé hablando como Dios, hace promesas, perdona los pecados, conforta, acepta adoración, actúa como juez y vengador de Israel y hasta se hace llamar hwhy “Yo soy.”  Veamos algunos pasajes:

De tal manera multiplicaré tu descendencia, que no se podrá contar….Como el Señor le había hablado, Agar le puso por nombre “El Dios que me ve” pues se decía : “Ahora he visto al que me ve.” (Génesis) 16:10, 13

 Entonces tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo,pero en ese momento el ángel del Señor le gritó desde el cielo….Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te hasnegado a darme a tu único hijo. (Génesis) 22:10, 12

Estando allí, el ángel del Señor se le apareció entre las llamasde una zarza ardiente……..“Yo soy el Dios de tu padre.  Soy el Dios de Abraham,de Isaac y de Jacob.” (Exodo) 3:2, 6

Estas visitas de parte del Ángel de Dios, se definen generalmente como teofanías (manifestaciones de Dios) o cristofanías (manifestaciones de Cristo antes de su encarnación). Son varias, comenzando en el tiempo de Ágar (Génesis 16:7) y extendiéndose a la experiencia de Zacarías (1:9, 12:8, etc.), quien le vio en varias de las ocho grandes visiones.

Su apariencia se describe como la de un hombre. Se presenta a Ábraham, si de veras es uno de los tres varones en Génesis 15 y quien habla como Dios. En Oseas 12:4 se habla de “el ángel” que venció. Josué, por su parte vio a un varón, el cual tenía una espada envainada en su mano, y le exigió quitar el calzado de sus pies. Se identificó como príncipe del ejército de Dios, y entendemos por el verso 6:2 que ere nadie menos que Dios mismo.

Tanto Manoa como su esposa hablan de Él como “el varón”, Jueces 13:6 al 11. Ál preguntar Manoa, “¿Eres tú aquel varón que hablaste a la mujer?” la respuesta fue, “Yo soy”. La esposa describió su aspecto como el de un ángel de Dios, aunque “no sabía Manoa que aquél fuese ángel de Dios”.

Pero hay otro pasaje muy interesante donde este ángel recibe un nombre que los rabinos lo relacionan con el Mesías. En Génesis capítulo 32, leemos de como Jacob luchó con cierto hombre en el arroyo de Jaboc, donde Jacob le pide una bendición. Allí Jacob recibe un nuevo nombre, “Israel” que significa que ha “luchado con Dios y con los hombres” y ha vencido. Jacob llama al lugar peniel, que significa el “rostro de Dios,” por eso dijo “He visto ha Dios cara a cara y todavía sigo con vida” (verso 30).

El famoso comentarista de la Edad Media Rashi, comentando en el pasaje de Exodo 23:20 que dice:

“He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Guárdate delante de él, y oye su voz;no le seas rebelde; porque él no perdonará tu rebelión,  porque mi Nombre está en él.”

Rashi dice que “mi nombre está en él” significa “Yo y El tenemos el mismo nombre.” Y dice: Nuestros rabinos dicen que “éste és Metatron, cuyo nombre es el mismo nombre del Señor. Porque el valor numérico de “Metatron” corresponde al mismo valor numérico de uno de los nombres de Dios “Shadai,” el Todopoderoso.

Este relato de la lucha de Jacob con este ángel, ocasionó dos pensamientos entre los sabios de la Torá,  que tienen una relación directa con el entendimiento del Mesías. El Targum Onkelos (Traducción en Arameo de la Torá) declara que Jacob realmente vió al “Angel del Señor.” ¿Pero quién es el Angel del Señor y quién es Penuel? El pasaje de Isaías 63:9 desentraña este misterio que de alguna manera está conectado con el relato del arroyo de Jaboc, Isaías dice:

“En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su Rostro (Penuel) los salvó;

(Traducción Reina-Valera)

El mismo los salvó; no envió un emisario ni un ángel. (NVI) en su amor y en su clemencia los redimió y los trajo,

 y los levantó todos los días de la antiguedad.”

Se escribe de 8 personas que vieron al Ángel de Dios, sin incluir aquéllas a quienes Él habló desde los cielos o que le vieron sólo en una visión. Son:

  1. Ábraham Génesis 22:11
  2. Moisés Exodo 3:2
  3. Balaam Números 22:23
  4. Josué Josué 5:14
  5. Gedeón Jueces 6:11
  6. Manoa y su señora Jueces 13:3
  7. David 2 Samuel 24:16
  8. Elías 1 Reyes 19:5 al 7

Ádemás, “el ángel de Dios subió de Gilgal a Boquim” y se dirigió al pueblo de Israel, Jueces 2:1. En dos ocasiones aconseja a Ágar, Génesis 16:7, 21:17. Guía al siervo de Ábraham a través del desierto, y luego a la nación en su travesía, Exodo 23:21; “No le seas rebelde”, mandó el Señor, “porque mi nombre está en él”.

Él destruye el ejército de Senaquerib en los días de Ezequías, y libera a Daniel y a sus amigos del foso de leones. Tal vez la manifestación que más nos apela a la imaginación sea aquélla cuando Nabucodonosor exclama que había visto a cuatro varones sueltos en medio de la las llamas, y el aspecto del cuarto “semejante a hijo de los dioses” Daniel 3:25.

Aun manifestándose en forma de hombre, se habla de él como Dios, y Él habla de sí como el Dios vivo.

Él rehusó divulgarle a Jacob el nombre suyo, pero respondió a la pregunta de Manoa, diciendo: “¿Por qué preguntas por mi nombre, que es admirable?” Todos reconocemos este título como uno en la maravillosa serie que figura en Isaías 9:6: “Ádmirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”.

En su primera manifestación registrada en las Escrituras, emplea el Yo vivificante al dirigirse a Ágar: “Multiplicaré”, dijo, “tanto tu descendencia …” Cuando el Ángel le llamó a Ábraham la primera vez desde el alto cielo, dijo: “Ya conozco que temes a Dios … no me rehusaste tu hijo”. Y a Jacob en Génesis 31:11 al 13: “Yo soy el Dios de Betel”.

Es más: Jacob habla de Él como “el Ángel que me liberta de todo mal”, 48:16. Este mismo le había dicho a Moisés, desde la zarza ardiente, “Yo soy el Dios … de Ábraham” que le había redimido, afirmando, “Yo soy el que soy”. Tenemos en este pasaje —Éxodo 3:2,4— tres grandes nombres en asociación. (1) “El Ángel apareció” (2) “viendo Dios” (3) “Llamó Dios” [Elohim].

Estos detalles parecen señalar al Ángel de Dios como una revelación del Hijo de Dios. En otras partes se distingue entre el ángel y Dios mismo. 2 Samuel 24:16 es un caso: Cuando (a) “el ángel extendió su mano sobre Jerusalén para destruirla”, (b) “Dios … dijo al ángel, Basta”. Otro es Jueces 13:6. Cuando Manoa pensaba ofrecerle ofrenda, el ángel le respondió: “Si quieres hacer holocausto, ofrécelo a Dios”.

No es necesario intentar resolver la vieja incertidumbre sobre la precisa naturaleza y persona del Ángel de Dios. Basta con saber que el nombre de Dios estaba en él y que hablaba y se conducía con autoridad de parte de Dios. Sea en figura o de hecho, encontramos a quien amamos sin haberle visto. Creyendo, aunque ahora no le vemos, nos alegramos con gozo inefable y glorioso. (1 Pedro 1:8) Para nosotros es suficiente hacer como Manoa y su señora: contemplar sin especulación, y reflexionar sobre estas maravillosas revelaciones del trato de Dios con los suyos. Tengamos presente a la vez que le conocemos y comprendemos ahora mucho más de lo que era posible para el pueblo suyo antes de que Dios se manifestara en carne.

Viendo todo esto, podemos decir claramente que Jesús nuestro Mesías  “es una forma de la manifestación de Dios;” “El se sienta en el trono de Dios;” “El Nombre de Dios está en El;” “En Jesús, vemos el Rostro de Dios.”  No en vano Jesús dijo:

“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.”(Juán) 14:9

 



Categorías:estudios

1 respuesta


  1. El libro judío de oraciones, Sidûr ha-Shalem, contiene entre las oraciones de Año Nuevo relacionadas con el sonar de la trompeta, una singular oración que habla de “Jesús, el Príncipe del Rostro.” Tengo conocimiento de dos ocasiones diferentes en los que algunos jóvenes, en relación con esta oración, han sido expulsados de la sinagoga por preguntar quién es este Jesús. La oración dice:

    “Que sea Tu voluntad que el toque de esta trompeta llegue hasta el tabernáculo de Dios mediante nuestro delegado Tartiel, cuyo nombre Elías –bendita sea su memoria– le ha sido dado, y mediante Jesús el Príncipe del Rostro y el Príncipe Metatrón, y que la gracia sea nuestra. Bendito seas Tú, Señor de gracia.”

    El nombre ‘Jesús’ aparece en esta oración en su forma judía propia Jeshûa., que significa ‘salvador.’

    Podemos observar aquí que el Sidûr identifica al “delegado Tartiel,” “Jesús el Príncipe del Rostro” y “Metatrón” uno con el otro. El origen del nombre Tartiel no se conoce, pero una conje- tura sugiere que se deriva de las palabras tartei El, o “la otra forma de Dios” en la que se revela a sí mismo–aun cuando al transformarlo en nombre, la letra tau se transforma en la “otra T” del alfabeto hebreo, tet. El extraño nombre ‘Metatrón’ viene del griego meta thronon, es decir, ‘el que se sienta en el trono.’ El Targum Jonatán, sobre Génesis 5:24 donde leemos acerca de la traslación de Enoc (cómo caminó con Dios y luego “desapare- ció”), dice que “ascendió al cielo y Dios le puso el nombre de Metatrón, el Gran Escriba.”

    El antiguo Rabino principal de Estocolmo, Profesor Gottlieb Klein, en una obra publicada en 1898, presenta las características más importantes de Metatrón según se presenta en la literatura judía:

    “Metatrón es la persona más cercana a Dios, sirviéndole; por una parte es su confidente y delegado, por otra parte es representante de Israel delante de Dios…Metatrón también es conocido como Sar ha-Panîm, el ‘Príncipe del Rostro’ o simplemente ‘el Príncipe,’ y se sienta en la cámara más cercana a Dios (penim). El valor numérico de ‘Metatrón’ es el mismo que el de Shaddai, ‘el Omnipotente.’ Por tanto, es delegado del Omnipotente. Shaddai (10 + 4 + 300) = 314 y Metatrón (50 + 6 + 200 + 9 + 9 + 40) = 314.”

    El Profesor Klein también escribe extensamente acerca del hecho de que pareciera que en el judaísmo Metatrón se identifica frecuentemente con la Palabra o Logos, y muestra que existen cinco de estos intermediarios en el Talmud: “

    1. Metatrón, 2. La Palabra de Yahvé, Mimra, 3. La gloria visible de Dios, Shekinah, 4. El Espíritu Santo de Dios, Rûah. ha-Qôdesh, y 5. la Voz del Cielo, Bath Qôl. (lit. ‘hija de una voz’)”

    Metatrón funciona principalmente como intercesor en oración. Dice el Talmud que los ángeles sólo entienden el hebreo.85 Sólo Metatrón, el defensor de Israel, puede acercarse al trono de Dios para registrar las buenas obras de Israel en los libros.86 Cuando se estaba construyendo el arca del pacto de Israel, los ángeles recibieron la comisión de construir en el cielo una morada para “el joven cuyo nombre es Metatrón, morada a la cual traerá a Dios las almas justas para expiar el pecado de Israel durante el Cautiverio.”87 Este concepto de ‘expiación’ aparece en el suple- mento del libro de oraciones Sidûr, donde dice que de esta manera el toque del cuerno y las oraciones ascienden “ante el trono y hablan por nosotros, expiando todos nuestros pecados.”

    Sin embargo, los puntos de contacto más importantes que tiene este nombre enigmático creado por los rabinos, son con el “ángel del pacto” y el “ángel del SEÑOR.” En Jueces capítulo 6 se relata cómo apareció el ángel del SEÑOR a Gedeón. Leemos que “el SEÑOR lo miró, y dijo,” y “el SEÑOR le dijo,” identificando al ángel con “el SEÑOR.” Gedeón exclama: “¡Ay de mí, Señor DIOS! Porque ahora he visto al ángel del SEÑOR cara a cara” (vv. 14, 16 y 22). Pero, según la opinión de los rabinos, ¿qué tiene de excep- cional este ángel del SEÑOR?

    Cuando RaSHI, el rabino más famoso de la Edad Media, consideró este asunto se refirió a las palabras de Éxodo 23:20–21:

    “He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino… Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde… porque mi nombre está en él.”

    RaSHI sugiere que las palabras al final del versículo: “‘mi nombre está en él,’ significan que ‘Él y yo tenemos el mismo nombre.’”

    “Y nuestros rabinos han dicho –continúa– que este es Metatrón, cuyo nombre es el mismo que el nombre del SEÑOR El valor numérico de ‘Metatrón’ corresponde al de ‘Shaddai,’ el nombre del Omnipotente.”
    A él se refería Moisés cuando dijo en Éxodo 33:15: “Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.” RaMBaN ve aquí y en los versículos anteriores a Metatrón y el ángel del pacto. No es de extrañar que ya desde el Talmud encontramos la afirmación sencilla de que Metatrón también es el Príncipe del Rostro.88

    Discusiones como estas nos conducen a terrenos realmente extraños, pero ilustran las raíces frecuentemente irracionales del Mesianismo. Cristo es “la otra modalidad de la manifestación” de Dios; se sienta “sobre el trono” y actúa como nuestro abogado; es de verdad Señor, y “el nombre de Dios está en él;” en Cristo vemos el rostro de Dios.

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