El Monte Moriah un lugar para la Shejina, la presencia de Dios

¿Qué característica tiene este Moriah? ¿Por qué fue elegido?

Nueve generaciones antes de Noé, los hijos de Adán, Caín y Abel, ofrecieron sus propios sacrificios a Dios; uno fue aceptado, el otro rechazado. Y esto también sucedió en Moriah. (Según tradición). Pero incluso antes de Caín y Abel, en los amaneceres de la historia, el hombre realizó allí su primer sacrificio. Se nos dice que Adán dio una ofrenda a Dios al ser creado, y que esto también sucedió en esa misma tierra sagrada, ¿Y de dónde sacó Dios el polvo con que dio vida a Adán?

 Lo tomó, dice Maimónides, reflejando una antigua tradición judía, de este mismo lugar misterioso que luego se llamaría Moriah (Bet Ha-bejirá 2:2).

Está claro entonces que ese lugar hacia donde se dirige Abraham con su hijo Isaac para realizar el sacrificio, no es un sitio geográfico común. Este lugar será llamado Jerusalem más adelante. Se construirá el Templo en este sitio de donde “emanarán la palabra del Señor y la Tora”, las enseñanzas de Dios a la humanidad. Esta será la Ciudad Santa, fuente del poder espiritual de Israel (el pueblo judío), morada terrenal de la “Shejina” (la presencia divina), ciudad amada de Dios. Será el escenario de las batallas más obstinadas de Israel, verá exilio, sitio y destrucción, pero luego vendrán el renacimiento, restauración y redención.

 Se la disputarán las naciones más poderosas de la historia, pero siempre pertenecerá a los hijos de Abraham.

Será una ciudad que incluso en la segunda mitad del siglo XX -unos cuatro mil años después- aún estará en primera plana y será lo más importante en la conciencia de su pueblo, el sagrado pueblo de Israel.

Y Abraham e Isaac están por darle su momento más sublime: La Akedá.

Este lugar no siempre se llamó Jerusalén. Tuvo otros nombres antes. ¿De dónde proviene entonces este nombre que conocemos hace miles de años? (En la Tora un nombre no será nunca casual, porque de él derivamos la esencia de un objeto o persona).

¿Cuál es la esencia de esta Ciudad Santa.?

Existe un Midrash fascinante: Uno de los hijos de Noé, Shem, ya había dado un nombre a este lugar. Shem fue el precursor de los Semitas; vivió nueve generaciones antes de Abraham. Shem  gobernó esta área donde han sucedido tantas cosas. Alli emerge la figura de el ” Rey Malquizédek de Salem”, porque él dio a este lugar el nombre de Shalem, que significa “perfección o paz”.

El Midrash prosigue con lo siguiente: Abraham también dio un nombre a este sitio. Lo llamó Yiré, que significa “él verá”.

Pero el Todopoderoso quería que tuviera un nombre permanente. Se dijo entonces: Shem le puso Shalem y Abraham, Yiré. ¿Debo llamarla Yiré? Shem se ofendería. ¿Y si le pongo Shalem? Ofendería a Abraham. Combinaré los dos nombres. Llamaré este lugar sagrado “Yiré-Shalem”, que ha derivado en el nombre actual Yerushaláyim, Jerusalem

 las piedras hablan 1

 Captura israel

 Combinaré los dos nombres. Llamaré este lugar sagrado “Yiré-Shalem

Combinaré los dos nombres. Llamaré este lugar sagrado “Yiré-Shalem

Al revisar la narrativa de La Akedá vemos que la raíz “ra-á”, “ver” o “mostrar” tiene distintos usos. En camino a la Akedá, el inocente Isaac dice a su padre, “Tienes todas las cosas para un sacrificio, ¿Pero dónde está el cordero para la ofrenda? ” Su padre le contesta, “Dios nos mostrará el cordero”. Más tarde, cuando Abraham está listo con el cuchillo en la mano para sacrificar a su hijo, su mano es detenida y un carnero, atrapado en los matorrales, es ofrecido en lugar de Isaac. Y el relato termina, “y Abraham, llamó a este lugar Ha-Shem, yiré”, “Dios verá”; así como se dice, “en la montaña del Señor,  Dios vera”. (Debemos recordar que cuando Dios comenzó a revelarse a Abraham, en el capítulo doce del Génesis, Dios le ordenó que dejara su ciudad natal para ir “a un lugar que te mostraré”).

El monte Moriá o Moriah (En hebreo: מוֹרִיָּה -)

monte MoriahEn Génesis narra cómo subió Abram con su primogénito Isaac para sacrificarlo a Dios. Abraham (‘padre de las naciones’, nombre que dio Dios después a Abram) cargó con la leña hasta arriba. En el último instante, un ángel del Señor detuvo su brazo armado con un cuchillo, y le indicó la existencia de un carnero, enredado con sus cuernos en un zarzal, que fue sacrificado en lugar de Isaac.

El monte Moriá es identificado según la tradición judía con el monte del Templo.

 

 

¿Qué significa la palabra yiré? Literalmente, “Dios verá o mostrará”; es decir, quizás no veamos, no comprendamos, pero Dios sí ve, y finalmente nos muestra por qué se hacen algunas cosas y suceden ciertos acontecimientos,

Esta visión de Abraham no es intelectual ni racional. Es una entrega total a Dios, incluso más allá de lo lógico. ¿Pero quién mejor que Abraham sabe lo que significa entregarse? El Midrash nos dice: “… adoraremos y luego volveremos a vosotros” (Gen. 22:5), es decir, Abraham, volvió del Monte Moriah.

Yiré es el nombre adecuado para el lugar más sagrado del universo, porque el componente esencial no es el intelecto ni una mente sofisticada

Y este es el origen de nuestra fe, este lugar de donde fue creado Adán y donde aconteció la Akedá de Isaac, esta morada terrenal de la Shejiná de donde emana toda nuestra existencia, recibió su nombre y moldeó nuestras.

“En el tercer día, Abraham levantó sus ojos y divisó el lugar desde lejos.  Él dijo a sus jóvenes hombres: quédense con el asno”.  Bastante interesante, Dios le dijo inicialmente: “toma ahora a tu hijo, tu único, a quien amas, a Isaac y vete a la tierra de Moriá y ofrécelo allí como sacrificio sobre uno de los montes que Yo habré de indicarte”. Dios no le dijo a Abraham sobre que montaña él tendrá que sacrificar a Isaac; esa información tendría que seguir.  Pero en el versículo dice que Abraham levantó sus ojos y divisó el lugar desde lejos.  El Midrash explica:

“Y vio el lugar desde lejos”: ¿Qué es lo que él vio?  Él vio una nube que envolvía a la montaña, y dijo: ‘Parecería que ese es el lugar donde Dios  me dijo que sacrificara a mi hijo’. Luego le dijo a él (Isaac): ‘Isaac, mi hijo, ¿ves lo que yo veo?’.  ‘Sí’ él respondió.  Le dijo él a sus dos sirvientes: ‘¿Ven lo que yo veo?’  ‘No’ ellos respondieron. Puesto que ustedes no ven, quédense aquí con el asno (Midrash Rabá – Génesis 56:1-2).

Sólo Abraham e Isaac vieron la nube, la entidad espiritual flotando sobre la montaña.  Cuando Abraham le dice a los jóvenes hombres que se queden con el asno, debemos notar que la palabra hebrea para asno es “jamor”, que está relacionada con la palabra “jomer” (que significa físico/materia), como diciendo: ‘Si ustedes no pueden ver la nube espiritual que flota sobre la montaña, su percepción es solamente de lo físico, y no tienen otra opción que quedarse con lo físico’.

Cuando el momento de la ejecución llegó, Isaac fue atado al altar.  Nunca le fue ordenado a Abraham, atar a Isaac; de hecho, la palabra hebrea para atar es “akedá”.  El sacrificio de Isaac ha sido llamado a través de las generaciones “akedat Isaac”, la atadura de Isaac.  ¿Por qué Abraham ató a Isaac si Dios nunca le pidió que lo haga?  Los Sabios en el Midrash completan la información que falta.  De acuerdo al Midrash, Isaac es un participante voluntarioso y entusiasta en esta excursión.  Él se apoya en el altar, estira su cuello, y luego le dice a su padre: “Padre, el alma está dispuesta pero la carne es débil.  Átame, para retenerme, para prevenir que me estremezca al ver la espada”.

De acuerdo al Midrash, la idea de la atadura fue completamente de Isaac.  Es por eso, que a lo largo de la historia, nos referimos a este acto como “La Atadura de Isaac”.



Categorías:Articulos

3 respuestas


  1. ¡EXTRAORDINARIO!; EXCELENTEMENTE BIEN DOCUMENTADO E ILUSTRATIVO! GRCIAS POR LA CATEDRA Y POR COMPARTIR! FELICIDADES! SEÑOR JOSE VERDU RECIBA TODA CLASE DE BENDICIONES!


  2. Interesante material para los cristianos. Bendiciones

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