¿ que sabemos de enoc ?

¿ Que sabemos de Enoc ?

Enoc se menciona en Génesis 5:24. Enoc fue el séptimo desde Adán, el hijo de Jared (Génesis 5:18) y el padre de Matusalén (5:21 y Lucas 3:37). Después del nacimiento de Matusalén, a los 65 años, vivió 300 años más.

Así, todos los días de Enoc fueron trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó Dios”.  (Genesis 5:23 al 24)

“Por la fe, Enoc fue trasladado, de modo que no vio la muerte y no se le halló, porque le trasladó Dios. Porque antes de contar su traslado, la Escritura da en su favor testimonio de haber agradado a Dios”                                                                                      (Hebreos 11:5)                                                                 

El Libro de Enoc es un libro que no forma parte del canon de la Biblia pero no es aceptado como canónico por las demás iglesias cristianas. La tradición atribuía su autoría a Enoc bisabuelo de Noé. El libro que hoy conocemos, fue editado posiblemente en el siglo primero de nuestra era, pero consta de varias partes escritas entre los siglos III a. C. y I d. C. Estas partes son:

Libro del Juicio del capítulos 1 al 5

Las palabras de bendición de Enoc a los justos, que vivirán cuando los impíos sean condenados.

Libro de los Vigilantes o Caída de los ángeles los nephilim capítulos 6 al 36.

Los Nefilim son hijos de los “hijos de Dios” (בני האלהים, bnei ha’elohim) y las “hijas del hombre” (bnot ha’adam) (Génesis 6:1-4). Según la traducción, el término nefilim se ha traducido variadamente por “gigantes”, “titanes” o aún se ha dejado en el original hebreo. Tmbién se traduce como caidos del cielo.

Y aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra y les nacieron hijas, al ver los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. Entonces dijo Yahvé: «No contenderá para siempre mi espíritu en el hombre, porque ciertamente él es carne; y su vida no rebasará los ciento veinte años». Los nefilim se hallaban en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos del Dios [verdadero] continuaron teniendo relaciones con las hijas de los hombres y ellas les dieron a luz hijos, estos fueron los gigantes de la antigüedad, fueron los hombres famosos.                                                               (Génesis, 6: 1al 4)

Libro de las parábolas o El mesías y el reino capítulos 37 al 31.

Profetiza la venida del Hijo del Hombre, la caída de los reyes y poderosos y el día del Elegido. Es la única parte que no se ha encontrado en los manuscritos de Qumrán.

Libro del cambio de las luminarias celestiales o Libro astronómico del capitulo 72 al 82.

Habla del calendario solar hebreo, en concordancia con el Libro de los Jubileos, que en 4.17 lo cita.

Libro de los sueños capítulos del 83 al 90.

Visiones de Enoc en sueños; la primera simplemente anuncia que la Tierra será destruida y la segunda es una historia de la humanidad y de Israel hasta el fin de los tiempos, en la que los actores son representados como animales simbólicos.

Apocalipsis de las semanas del 91 al 105.

Una visión del pasado proyectándola hacia el futuro.

Fragmentos del capítulos 106 al 107

 Predice los crímenes de la humanidad y el advenimiento de tiempos mesiánicos con el triunfo de los justos.

El libro de Enoc es un libro apocalíptico perteneciente a la apocalíptica judía

En el capítulo 7 (7:3-6) narra la caída de los Vigilantes, que engendraron con mujeres humanas a los nefilim o gigantes.

Se relata que lo angeles han desviado su misión y encarnado la explotación, la opresión, la destrucción de la creación, la guerra, el oro, la vanidad, la brujería, la fornicación y el engaño (8:1-3). “Y como parte de la humanidad era aniquilada, su clamor subió al cielo” (8: 4). Los arcángeles Miguel, Sariel o Uriel, Rafael y Gabriel, al ver la sangre derramada y la injusticia se dijeron que “la tierra desolada grita hasta las puertas del cielo por la destrucción de sus hijos“. Dios los envía entonces a encadenar a los Vigilantes y a destruir a los gigantes “pues han oprimido a los humanos“. Los ángeles caídos rogaron a Enoc que intercediese por ellos ante Dios.

Se describe la visita de Enoc al cielo en forma de una visión, y sus revelaciones. Una parte significativa del texto se dedica a describir los movimientos de los cuerpos celestes, en relación con el viaje de Enoc al cielo, con el objetivo de detallar el calendario base de las fiestas de la Ley.

El Libro de Enoc asume la continuidad del discurso de los profetas y anticipo del mensaje cristiano, enfatizando en la venida del Hijo del Hombre. Es una expresión de la literatura apocalíptica como esperanza de los humildes.

 Este libro muy apreciado por los primeros cristianos, como lo atestiguan la Epístola de Judas (14-16), que cita un pasaje del Libro de Enoc (1 Enoc, 1, 9); la referencia en 2Pedro 2:4. Muchos Padres de la Iglesia y cristianos destacados se refieren al libro, y lo citan en sus obras. Autores como Justino Mártir (100-165), Atenágoras (170), Taciano (110-172), Ireneo (130-208), Orígenes (186-254), Clemente de Alejandría (150-220), Tertuliano (160-230), Lactancio (260-325), Metodio de Filipo (815-855), Minucio Félix (150-270) y Comodiano (siglo III-IV), entre otros, consideraron el libro de inspiración divina. .

El descubrimiento de numerosos fragmentos en Qumrán fue muy importante para el estudio de esta obra casi desconocida. Se puede decir desconocida porque a pesar del hecho de que en el Antiguo y en el Nuevo Testamento se hacen varias referencias a ella, muy pocos cristianos saben de su existencia e importancia para los primeros cristianos, ya que nunca llegó a tener estatus canónico en la mayoría de las iglesias cristianas.

Dios nombró a doscientos ángeles para que vigilaran esta progenie humana recién creada. Con el paso del tiempo, la lealtad de esos vigilantes angelicales fue decayendo y se empezaron a apegar a sus antiguos cargos. De hecho se habían convertido en rebeldes o ángeles caídos. No sólo tomaron a mujeres humanas, sino que también divulgaron conocimientos secretos, como la habilidad de manipular los metales y otras artes. Estos hechos empezaron a tener repercusiones en el mundo de los humanos, que resultaron en una escalada del pecado y del mal. Los hijos nacidos de mujeres humanas y de esos ángeles caídos, los gigantescos seres conocidos como nefilim, tenían muchos atributos de sus padres ángeles.

 Como las protestas contra el mal irresponsable que trajeron esos vigilantes aumentaban, provocaron la ira de Dios, que quería destruirlos. Los vigilantes fueron ante Enoc a pedirle que intercediera por ellos ante Dios. Enoc aceptó y así, al autor del Libro de los Vigilantes se le presenta una oportunidad para describir varias visiones apocalípticas que pudo ver en el cielo. El origen de esto es, probablemente, una vieja leyenda asociada con el Génesis: “Enoc anduvo con Dios, y desapareció porque Dios se lo llevó” (Génesis 5:24), lo cual implica que Enoc fue llevado al cielo por Dios estando aún vivo. Cuando llega al cielo, Enoc tiene visiones sobre el futuro de la historia, la destrucción del mal y la regeneración del mundo en una nueva era de rectitud.

El fin de los días, el castigo de los ángeles caídos y la resurrección, esta obra era muy interesante para los cristianos porque contiene varios pasajes que se refieren a un Hijo del Hombre, figura que se consideraba como el agente de la salvación de Dios para los justos, y el castigo para los impíos. Ya que esta sección no se ha encontrado en Qumrán, algunos eruditos sugieren que es una composición relativamente tardía, fechada quizá en los principios de la era cristiana, que podría incluso haber sido escrita en los círculos de los que finalmente surgiría el cristianismo como un movimiento diferente con su creencia en un Mesías.

Se hace referencia al El Hijo del Hombre.

“Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un Hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de Él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; Su dominio es dominio eterno, que nunca pasará y Su reino uno que no será destruido.”   (Daniel 7:13 al 14)

La descripción “Hijo de Hombre” era un título Mesiánico. Jesús es Aquel a quien le fue dado dominio, la gloria, y el reino. Cuando Jesús usaba esta frase en relación a Sí mismo, Él se estaba adjudicando la profecía del “Hijo del Hombre” a Él mismo. Los judíos de esa época, debieron haber estado íntimamente familiarizados con la frase y a quién se hacía referencia. Él estaba proclamándose como el Mesías.

Un segundo significado de la frase el “Hijo del Hombre” es porque verdaderamente Jesús era un ser humano. Dios llamó al profeta Ezequiel “hijo de hombre” 93 veces. Dios simplemente estaba llamando a Ezequiel un ser humano. Un hijo de un hombre, es un hombre. En resumen, la frase el “Hijo del Hombre” indica que Jesús es el Mesías, y que Él es verdaderamente un ser humano.

El Libro de Enoc es la única literatura hebrea que nos da una ventana a la noción tímidamente mencionada en la Biblia de que Dios castigará a la raza humana pecadora y que ya había castigado y volvería a castigar a por lo menos tres grupos de ángeles que en reiteradas ocasiones habían abandonado o traspasado los parámetros dentro de los que fueron creados e hicieron cosas “que para ellos no eran naturales”.

“Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propio hogar, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día…”                                    (Judas 1:6)

El libro de Enoc no sustituye a las Escrituras si o que debe ser estudiado y cotejado para poder sacar un entendimiento del mismo. El libro de Enoc ha sido utilizado por buscadores de extraterrestres y esotéricos llegando a ser pervertido, por eso ha de ser utilizado con cuidado y al igual que apocálipsis hay que empezar por génesis para entender toda su revelación profética.

 

 



Categorías:Articulos

1 respuesta


  1. Este es sin duda un tema muy interesante, la historia dice que durante la batalla en el tercer cielo, cuando Lucifer quien mas tarde seria conocido como Satanás el Diablo, provoco la caída de Adán y Eva separandolos de Dios por medio de la traición y el pecado, engaño a la tercera parte de los ángeles del cielo, arrastrandolos a la miseria, y rebelión contra el Todopoderoso. Satanás y sus ángeles perdieron la batalla en contra de Miguel y los fieles ángeles a Dios, y fueron arrojados desde el paraíso al segundo cielo. Y mas tarde cuando los hijos del hombre comenzaron a multiplicarse en la tierra, Samyaza y otros 200 ángeles escendieron desde el tercer cielo, dejando atrás sus habitaciones celestiales, viendo que las hijas de los hombres eran bellas y atractivas a la vista, fueron tras de ellas tomandolas por esposas, quebrantando por completo la ley de Dios de que cada carne no debe ser mezclada con otras para efectos de procreación. Fue entonces cuando seres gigantes híbridos conocidos como Nefilim, nacidos de la unión de los ángeles rebeldes con mujeres humanas, cuya semilla no podía ser habitados por espíritus de hombres ni por el espíritu de Dios comenzaron a poblar y reinar en el planeta causando muerte y destrucción, estos contaminaron la el ADN humano y toda carne se corrompió, alterando por completo la creación de Dios en el planeta. Cuando las muertes se multiplicaron por millones entonces desde el tercer cielo el Todopoderoso decidió destruí la tierra con todo lo que había en ella, excepto por Noé y su familia los cuales eran los únicos que no se habían contaminado con los híbridos y sus descendientes. En este escenario es cuando de la séptima generación de Adán, el Profeta Enoch comandado por el Todopoderoso comenzó su mision en contra de los ángeles rebeldes y sus maléficos descendientes híbridos.

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